Proyecto interdisciplinario del Tres Art Collective
fósily objeto de estudio en la muestra Chicle y pega
Lunes 13 de agosto de 2012, p. a17
Un diálogo entre ciencia y arte propone la exposición Chicle y pega, proyecto interdisciplinario que enfoca su objeto de estudio en la contaminante
goma de mascar, la cual se encuentra adherida al pavimiento en los espacios públicos.
La muestra realizada por Tres Art Collective, en colaboración con Casa Vecina y la Fundación del Centro Histórico, consta de una serie de instalaciones, muestreos, análisis y resultados de laboratorio efectuados a los fósiles
(chicles) en torno al tema de la basura, sus huellas más visibles y la contaminación que generan en el entorno.
Eso explicaron los artistas del colectivo Ilana Boltvinik, Mariana Mañón y Rodrigo Viñas, quienes realizaron el trabajo de investigación y restauración
de las gomas de mascar durante la residencia y observatorio
que mantuvieron –de mayo a agosto– en Casa Vecina, en el Centro Histórico.
En el proyecto también colaboraron el fotógrafo José Cuervo y los científicos José Víctor Calderón, Margarita Rosas y Laura Medrano, del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav), entre otros especialistas.
Durante la investigación, Tres Art Collective obtuvo muestras de chicles pegados al suelo en las calles de Regina e Izazaga.
“De esos fósiles –dijo Boltvinik–, los que ofrecieron mayores datos fueron los que se encontraron bajo las alcantarillas, debido a que no estaban tan negros como los del piso”.
De manera independiente al sabor del chicle y el lugar en que fueron desprendidos, obtuvimos diversa información, la cual ubica a la goma de mascar como testigo de hábitos de consumo y deshecho, pero también como objetos que modifican visual y estéticamente la ciudad
.
Sobre todo, subrayó Boltvinik, los chicles son una especie de imanes receptores
que retienen infinidad de bacterias, mugre y polvo que viajan por el aire que respiramos.
“Existen sitios específicos en donde se hallan –en mayor número– los chicles pegados al piso, como lugares donde la gente suele esperar, comercios y coladeras.”
Entre algunos datos que arrojó la investigación, destaca que un chicle pegado al piso alberga entre 50 y 70 mil bacterias y desprenderlo cuesta cinco veces su valor
.
Además, sugieren los artistas, se debe evitar arrojar la goma de mascar al piso, envolverla en un trozo de papel y depositarla en un contenedor de basura
.
La muestra, dijo, es una manera de compartir los hallazgos desde visión de pepenador
, que se pone en práctica desde la etnografía, la antropología, la arqueología, la química y la biología.
Chicle y pega se inauguró este sábado; permanecerá hasta octubre en las instalaciones de Casa Vecina, ubicadas en el primer callejón de Mesones, esquina Regina, en el Centro Histórico.