Monterrey, NL, 11 de agosto. Restaurantes, bares, cines y centros de espectáculos que hasta hace unos meses permanecían desolados, paulatinamente recuperan clientes o espectadores, incluso durante las noches, a pesar de la percepción de inseguridad en la zona metropolitana de la capital regiomontana.

Según datos oficiales bajaron homicidios dolosos, robos a persona, casas, negocios y vehículos, y mejoran en la entidad indicadores de crecimiento económico, recuperación en el empleo, inversión y turismo. Las autoridades estatales dicen que esto es indicativo de los aciertos en su estrategia para combatir la violencia.

Sin embargo, Salvador Hernández Sandoval, responsable del área académica de la Asociación de Sociólogos de Nuevo León y ex presidente de la agrupación, expone que la gente, vulnerable ante la incapacidad gubernamental, decidió a pesar del miedo, recuperar sus espacios, gestándose así una mayor cohesión y conciencia social.

Más que acostumbrarse a la violencia que lleva más de 10 años, y alcanzó su máximo nivel a partir de 2009, los nuevoleoneses se cansaron de sufrir pasivamente la inseguridad, y es su deseo de recuperar la normalidad de su vida de forma gradual buscan retomar los espacios públicos que abandonaron.

El investigador refiere que las masas que hoy llenan estadios o auditorios para disfrutar conciertos musicales y espectáculos deportivos, son muy diferentes a las que se observaban hace unos años. Antes interactuaban menos y había fricciones por los espacios en las filas; ahora la gente se muestra solidaria, amable y es evidente una mayor cohesión colectiva ciudadana.

En el seno familiar y en los barrios se convive más, se procura protección mutua, los automovilistas ya no usan el claxon para las mentadas y ceden el paso a conductores que circulan por calles transversales, cuando la vía que siguen tiene el tráfico atorado durante las llamadas horas pico.

Hernández Sandoval piensa que a largo plazo el surgimiento de estos nuevos ciudadanos logrará no sólo revertir el problema de la violencia, sino también impulsará cambios políticos y estructurales, de lo cual se presentan ya algunos indicios, con la aparición de nuevos movimientos civiles, organizaciones vecinales y un gran activismo en las redes sociales.

Jorge Noé Guerrero Martínez, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados del estado –sector con 12 mil negocios que generan cien mil empleos–, afirma que pese a la inseguridad, los restauranteros trabajan en horarios normales, y cierran en promedio a las 0:30 horas, aunque hay algunos que laboran las 24 horas.

Otro sector es el hotelero, donde la ocupación subió de 42 a 48 por ciento del primer semestre de 2011 al mismo periodo de 2012; la llegada de turistas a la entidad se elevó 7 por ciento al pasar de 673 mil 17 a 718 mil 633 y la derrama económica aumentó 17.7 por ciento, al elevarse de 3 mil 162 a 3 mil 723 millones de pesos de un semestre a otro, según la Corporación para el Desarrollo Turístico.