Londres, 11 de agosto. Una marejada de gente acudió desde el mediodía a Hyde Park, uno de los mayores parques de Londres, que durante los Juegos Olímpicos fue transformado en escenario donde cinco pantallas gigantes transmiten las competiciones. El plato principal este sábado era el cotejo México-Brasil. Había gran emoción entre los aficionados mexicanos por la talla del adversario, pentacampeón mundial que quería sacarse el trauma de no haber ganado oro en futbol olímpico. Los aficionados brasileños llegaron en tropel. Un grupo muy combativo.

Muchos de los asistentes se sentaron y acomodaron en el suelo; algunos se durmieron decepcionados al ver que la pantalla principal, que debía retransmitir el partido emitía la película Carros de fuego. Fue por las redes sociales que muchos se enteraron del primer gol mexicano. ¡Ya metieron un gol y aquí ni siquiera están transmitiendo!, gritó un enojado aficionado, lo que puso alerta a toda la concurrencia, que comenzó a chiflar y a presionar para que comenzara la transmisión. Como si BT, la compañía de telecomunicaciones británica, hubiera escuchado, se vio por fin el partido.

El lugar se llenó de gente. México va a ganar, dijo un connacional a un brasileño que llevaba una bandera atada al cuello en el medio tiempo, No, va a ganar Brasil, respondió el hincha sonriendo, pero con aplomo.

Cuando el Tri marcó el segundo gol el júbilo de los mexicanos estalló en Hyde Park. Se desgañitaron en un éxtasis incontenible.

Las celebraciones se extendieron en la noche en la plaza Trafalgar, donde se reunieron unos 800 mexicanos vestidos con camisetas de la selección. Se vio una bandera que decía No al fraude electoral y varios mexicanos con camisetas de #Yo Soy 132. Por un momento se tenía la sensación de estar en México.

Qué gusto estar aquí en Londres y saber que tuvimos una medalla de oro; la verdad es que la selección jugó increíble, dice Alejandro Granados, investigador mexicano que trabaja en el Imperial College de Londres.

Jugaron con el corazón, entregados, tal vez no sean los mejores técnicamente, pero actuaron con la convicción de hacer su sueño realidad y el sueño de todos, dijo Susana López Lara, joven mexicana que vino a Londres a presenciar la justa veraniega.

Los británicos se desvivían en felicitaciones. En el metro un británico dijo: Los felicito, me siento muy orgulloso de ustedes los mexicanos por ganarle a Brasil; es mucho mérito.