Londres, 11 de agosto. Cuba volvió a conquistar un oro olímpico en boxeo tras ocho años de espera gracias a la victoria de Roniel Iglesias Sotolongo sobre el ucraniano Denys Berinchyk en la categoría de superligeros (menos 64 kilos). En una noche en la que el también cubano Lázaro Álvarez ganó una presea de bronce.

La última presea dorada en boxeo que ganó el país caribeño –con larga tradición en el cuadrilátero– fue en Atenas 2004. Aquel año los cubanos subieron cinco veces al podio. En Pekín 2008, Cuba disputó cuatro finales, pero perdió todas.

Con la de hoy, el país caribeño suma 33 medallas olímpicas, 21 desde los Juegos de Barcelona 1992.

Iglesias Sotolongo superó 22-15 a Berinchyk en un combate que tuvo emoción hasta el último asalto, cuando el isleño sentenció mientras su entrenador desde la esquina le gritaba ¡sigue, sigue, sigue! El púgil se sabía campeón cuando sonó la campana y festejó el triunfo con su equipo antes de que el árbitro le levantara la mano.

El italiano Vincenzo Mangiacapre y el mongol Munkh-Erdene Uranchimeg se colgaron el bronce.

Cuba, cuna de grandes boxeadores como el recién fallecido Teófilo Stevenson, se rencontró con el oro y mañana tendrá otra oportunidad de subir a lo más alto del podio con Robeisy Ramírez Carrazana, quien peleará con el mongol Tugstsogt Nyambayar en la final de peso mosca.

Russo repite segundo lugar

En peso completo, el ucraniano Oleksandr Usyk festejó sobre el encordado danzando un Gopak, el baile típico de su país, haber ganado la medalla de oro sobre el italiano Clemente Russo, con puntuación de 14-11.

Russo se quedó con la plata, al igual que en Pekín 2008; las medallas de bronce fueron para el búlgaro Tervel Pulev y el azerbaiyano Teymur Mammadov, subcampeón mundial 2011.

En los medianos, el sueño olímpico del brasileño Esquiva Falcao terminó en medalla de plata, la primera de ese metal para su país, al perder 14-13 ante el japonés Ryota Murata.

Murata se colgó la segunda medalla de oro de Japón en el boxeo olímpico, mientras los metales de bronce fueron para el británico Anthony Ogogo y el uzbeko Abbos Atoev.

El británico Luke Campbell superó por cerrada decisión de 14-13 al irlandés John Joe Nevin, para adjudicarse la presea dorada de los pesos gallo (56 kilos). Las medallas de bronce fueron para el japonés Satoshi Shimitzu y el cubano Lázaro Álvarez.

Finalmente, en un combate deslucido, el chino Zou Shiming revalidó su corona olímpica de los pesos minimoscas, al derrotar 13 puntos a 10 al tailandés Kaeo Pongprayoon.

Las medallas de bronce en este peso fueron para el irlandés Patrick Barnes y el ruso David Ayrapetyan.