Sería la tercera cosecha decepcionante de forma consecutiva
Presiona la FAO para que cambie sus políticas de biocombustibles
Sábado 11 de agosto de 2012, p. 25
Washington, 10 de agosto. La peor sequía en Estados Unidos en más de medio siglo ha afectado las cosechas de maíz en este país, el mayor productor mundial del grano, con pérdidas mayores a las previstas, y ha reducido fuertemente las existencias domésticas, mostraron datos del gobierno que redujo fuertemente sus pronósticos de producción en 13 por ciento respecto del año pasado.
Con una producción de apenas 10 mil 800 millones de bushels, equivalentes a 274.3 millones de toneladas (un bushel equivale a 25.40 kilogramos), el rendimiento sería el menor desde 1995.
Se trataría de la tercera cosecha decepcionante consecutiva en el mayor productor mundial de maíz y principal exportador agrícola. La cosecha de soya bajaría 12 por ciento con respecto al año pasado, a 2 mil 690 millones de busheles (67.25 millones de toneladas). La perspectiva intensificó los temores de que el mundo se dirige a una crisis en el precio de los alimentos similar a la de 2008,
En Roma, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) incrementó la presión a Estados Unidos para que cambie sus políticas de biocombustibles debido al peligro de una crisis en el sector de alimentos en el mundo. El director del organismo, José Graziano Da Silva, escribió en el Financial Times que la competencia por la cosecha de maíz estadunidense sólo se intensificaría y gran parte será tomada para la producción de biocombustibles, lo que dejará aún menos para los mercados de alimentos
. La FAO aseguró que la producción de cereales en América Latina llegará a 200 millones de toneladas en 2012, casi 4 por ciento por encima del año previo, por una mayor producción en Sudamérica.
Mientras los precios de los granos se ubican cerca de niveles récord, en Chicago apenas fluctuaron por los datos dados a conocer; las cifras podrían sumar algo de urgencia al renovado debate sobre los alimentos y el combustible centrado en la legislación estadunidense sobre el etanol. Cerca de 40 por ciento de las cosechas se utilizará en la fabricación de combustible para vehículos y camiones.