Sydney, 10 de agosto. Una mujer australiana admitió haber llevado las cenizas de su padre al estadio olímpico de Londres, donde las extendió sobre la pista del triple salto, prueba en la que el difunto compitió en los juegos de 1948, también en la capital británica.

George Avery, fallecido en 2006, quería ir a Londres porque fue ahí donde quedó segundo en el triple salto en el 48, relató Robyn Glynn, así que su familia compró entradas para el triple salto y viajaron a la capital británica con los restos del patriarca.

Vinimos al estadio con las cenizas, dijo Glynn a la radio ABC desde el estadio, la noche del jueves cuando se realizó la final del triple salto masculino, que ganó el estadunidense Christian Taylor.

Luego hicimos algo más que colarlo. Nos acercamos a la pista y soltamos sus cenizas al aire, que las llevó justo encima de la pista de triple salto, señaló.

Glynn dijo que su padre nunca alardeó de su éxito en los Juegos Olímpicos y guardó su medalla en un cajón, pero después de ver los Juegos de Sydney 2000 decidió regresar a Londres.

Pensamos que éste es el lugar al que le habría gustado volver. Deseaba mucho estar aquí, pero al final no pudo, añadió.