El jefe de Gobierno electo del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera Espinosa confió en que serán esclarecidos y castigados los recientes homicidios ocurridos en la ciudad de México, y aunque manifestó que no se vislumbra un incremento considerable de la violencia, reconoció que es preocupante que haya estos hechos.

Entrevistado luego de participar en un juego de futbol entre integrantes de su equipo de trabajo y reporteros que cubrieron su campaña como candidato a la jefatura de Gobierno, Mancera Espinosa afirmó que durante su gestión llevará a cabo un combate frontal contra la delincuencia y que será un tema permanente de agenda la seguridad de la ciudad.

En el análisis general no veríamos una cifra que te dijera que hubiera una descomposición, pero siempre preocupa a la ciudad y preocupó a la procuraduría, cuando yo estuve al frente, que haya hechos de violencia, indicó.

Ante la posibilidad de que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) pierda la mayoría en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, el ex procurador capitalino negó que eso pueda afectar su gobierno y que trabajará con el órgano legislativo sin importar cómo esté conformado.

Cuestionado sobre si preferiría que su ex coordinador de asesores, Manuel Granados, sea el presidente de la ALDF, Mancera dijo que tiene una magnifica impresión de él, así como de otros diputados, por lo que tendrá interlocución con cualquiera que ocupe dicho puesto.

Señaló que en este momento se encuentra trabajando en la elaboración del programa de gobierno y reiteró que los trabajos de transición de la administración, los voy a coordinar yo, con el apoyo de algunas personas en temas específicos.

Mancera evadió pronunciarse sobre la conveniencia de que Rubén Escamilla, ex jefe delegacional en Tláhuac, llegue a la ALDF luego de que presuntamente pidió favores sexuales a una empleada eventual de la demarcación para otorgarle la base, pero manifestó que es un tema que se debe analizar y que en este caso debe prevalecer el estado de derecho.