Viernes 10 de agosto de 2012, p. 42
María del Rosario Delgado tiene 24 años y la cuarta parte de su vida ha padecido insuficiencia renal crónica por complicaciones durante su embarazo.
Luego de recibir tratamiento de diálisis peritoneal y hemodiálisis en el Hospital General La Raza, ingresó al protocolo de trasplante. Al examinarla determinaron que antes que un riñón requería un corazón, pues la enfermedad renal le provocó insuficiencia cardiaca.
Al darse cuenta de que necesitaba dos órganos en lugar de uno, me deprimí y decidí abandonar el programa. Pensé seguir así hasta que Dios dijera
.
Su familia la alentó a seguir adelante. Una de las razones era su hijo de seis años, a quien no ve, porque su papá se lo llevó cuando le diagnosticaron insuficiencia renal. El niño vive con sus abuelos paternos y no me dejan verlo
, lamentó María del Rosario Delgado.
Con el apoyo de su mamá y hermanos continuó con el protocolo y el 14 de julio pasado recibió, en una cirugía que duró 12 horas, un corazón y un riñón nuevos.
A tres semanas de la operación dice sentirse contenta y muy bien de salud.
Ya no podía agacharme; ahora puedo hacerlo
, dijo la joven, quien atendía la caja en una tienda propiedad de su tío, porque no podía hacer nada más
.
Su hijo ignora que Rosario fue operada, pero ella hará lo posible para tenerlo de regreso.