Proyecto San Antonio, incompatible con plan de desarrollo de La Paz
Viernes 10 de agosto de 2012, p. 34
La Paz, BCS, 9 de agosto. La Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA) de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) rechazó el proyecto San Antonio, de la minera La Pitaya, filial de la corporación estadunidense Argonaut, que pretendía explotar una mina de oro a cielo abierto en este municipio.
El delegado estatal de esa dependencia, Marco Antonio González Vizcarra, explicó que el oficio SGPA/DGIRA/DG/6048, del 2 de agosto, asienta que el proyecto es incompatible con el plan de desarrollo urbano de La Paz, que no prevé actividades industriales en el área que sería afectada por la mina, a 40 kilómetros de la capital del estado.
Precisó que, según el plan municipal, el proyecto se ubica en la unidad de gestión ambiental U29, tipificada como zona sin aprovechamiento industrial
, y según el mapa E2 es área protegida.
El gobierno federal otorgó a La Pitaya 15 concesiones para extraer oro en 46 mil 328 hectáreas durante 50 años.
El 28 de febrero de 2008 la Semarnat recibió un aviso de cumplimiento de las disposiciones legales para realizar exploraciones.
Tras detectar concentraciones de oro rentables, el 15 de diciembre de 2011 la empresa presentó su manifestación de impacto ambiental, pero organizaciones civiles recabaron más de 6 mil firmas para demandar una consulta y una reunión informativa.
González Vizcarra recordó que el 15 de febrero se llevó a cabo en esta ciudad la reunión informativa, a la que acudieron 979 ciudadanos y se presentaron 43 ponencias (la mayoría contra la mina).
Según el Centro Mexicano de Derecho Ambiental, el proyecto minero San Antonio planeaba ocupar durante 10 años un terreno de 759 hectáreas con un área de excavación de 62 hectáreas.
La organización ambientalista Niparajá celebró la decisión de la Semarnat, porque es un punto de partida para definir qué tipo de desarrollo quiere Baja California Sur: uno que atente contra la naturaleza o uno que genere bienestar para las comunidades locales
.
Señaló que proyectos como La Pitaya son una amenaza para la región, tanto por el consumo de agua en una zona desértica como por el alto riesgo de contaminación de uno de los acuíferos más cercanos a la ciudad de La Paz, del cual dependen poblaciones como Los Planes.