El fandango, el son jarocho y ritmos tradicionales mexicanos llenarán mañana las instalaciones de El Plaza Condesa cuando se presenten Los Utrera, Son de Madera y Ramón Gutiérrez Septeto, trinidad que demostrará la importancia de esta música, que lejos de separarse de sus orígenes, desarrolla y lleva a alto nivel la tradición, gracias a la creatividad y experiencia de cada una de estas agrupaciones, con su fiesta de canto, poesía e improvisación con violines, guitarras, percusiones, jaranas, mandolinas y tarimas.

En entrevista con La Jornada, Wendy Utrera mencionó: “Estamos deseosos de probar este foro (El Plaza Condesa) que para el son jarocho es algo nuevo. Sabemos que la asistencia y la convocatoria es difícil, es un sitio para un público que normalmente no asiste a los fandangos. Es un gran reto llegar a ese auditorio, que quizá conoce La bamba, pero que muchas veces piensa que el son jarocho es el mariachi, así que le llevaremos parte de la música que se toca en los pueblos”.

Los Utrera se han caracterizado por su interpretación campirana del son jarocho. Surgieron en 1992 como un grupo familiar, encabezado por don Esteban Utrera, el patriarca y raíz de la promoción del son jarocho y del fandango por medio de talleres y laudería. Están apegados a la tradición.

La entrevistada afirmó: Hemos aprendido por medio de nuestra comunidad, el son se ha trasmitido por generaciones, es parte de nuestra identidad y lo tocamos con orgullo, gallardía y honestidad. Creo que nos ha valido, porque lo interpretamos con autenticidad y transparencia, además porque es un género que ha traspasado fronteras y es actual, pues tiene muchos representantes dignos en el mundo. Para Los Utrera no es difícil presentarnos frente al público, porque hacemos algo que nos divierte y apasiona. Tocamos sones huastecos con sones jarochos, que tienen similitud en la instrumentación y poesía. Es lo que presentaremos en El Plaza.

La vigencia del son jarocho, según Wendy, está en ser auténticos, además de atender el escenario, lo hemos aprendido con el tiempo; no es lo mismo tocar en un fandango que en un escenario con luces y todo eso. También debemos trasformarnos atendiendo al público. Los Utrera somos fieles a lo que nos han heredado nuestros abuelos.

Respecto de la agrupación con la que compartirán escenario, Wendy señaló: Son de Madera ha experimentado con otras instrumentaciones. Mostrar juntos ese viaje de la tradición a lo más moderno será muy bueno, pues el público se dará una idea de lo que se toca en ranchos y fandangos, hasta de las fusiones y experimentaciones que se hacen con el son jarocho en el mundo, porque es una música mundial, tan importante y representativa como cualquier otra.

Los Utrera y Son de Madera, informó Wendy, cerrarán la velada con un palomazo, porque el son jarocho es incluyente y comunitario. Además, para no desatender a ese nuevo público en El Plaza.

Wendy Utrera agregó: Nos apasionan los temas que afectan a la comunidad, y el son jarocho permite cantar libremente lo que uno siente; muchos lo han tomado de bandera para expresarse, para pedir, manifestarse y exigir. Claro, también habla de amor.

Los Utrera, recordó Wendy, somos tres o cuatro generaciones que tocamos son jarocho, como muchas familias de la región del sotavento; así que para nosotros no es una moda, aunque para muchos sí lo es; también hay quienes descubren que pueden vivir de tocarlo. Sin embargo, para la mayoría es un estilo de vida.

La fusión del son jarocho con otros ritmos e instrumentos, comentó Wendy, es una necesidad para mantenerlo al día. Se mantuvo puro durante mucho tiempo porque no había radio, televisión ni Internet, entonces no hubo necesidad de crear y recrearlo con otros géneros; pero ahora que hay estas nuevas tecnologías y están a la mano de los jóvenes surge la necesidad natural de hacerlo.

Los Utrera, Son de Madera y Ramón Gutiérrez Septeto se presentarán en El Plaza Condesa, mañana, en el ciclo Latidos del Mundo. Boletos a la venta en el Sistema Ticketmaster y en las taquillas del inmueble, abiertas de 12 a las 20 horas, todos los días. Admisión general 300 pesos.