El Sindicato Nacional de Traba- jadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana (SNTMMSSRM), encabezado por Napoleón Gómez Urrutia, calificó de inverosímil la afirmación de la Minera de Monclova, SA (Mimosa), de AHMSA, respecto a que la mina 7, donde perecieron seis trabajadores, está dotada de modernos equipos.

El sindicato minero acusó a los gobiernos federal y estatal de Coahuila de complicidad, simulación y corrupción con los empresarios, pues nada hacen para proteger la salud y vida de los trabajadores, y menos para evitar que se repitan los siniestros que calificó de homicidios industriales. Recordó que hasta ahora siguen en la impunidad los dueños de Pasta de Conchos, a pesar de la muerte de 65 mineros, y que en seis años perecieron más de 200 trabajadores en minas y pocitos de Coahuila, sin que tampoco nada suceda.

El Centro de Reflexión y Acción Laboral (Cereal), la organización Familia Pasta de Conchos y el Equipo Nacional de Pastoral Laboral destacaron, por separado, que la inversión de las empresas mineras en seguridad es tarea pendiente. Así lo demuestra el que en sólo 15 días han perecido 15 mineros en cuatro centros de trabajo (Cloete, Agujita, pozo de Minera el Progreso y, el más reciente, en la mina 7 de Coahuila).

Las organizaciones exigieron a autoridades y empresarios la difusión de las bitácoras de barrenación en las minas, a fin de conocer si efectivamente se respetan las barreras de protección, especialmente en la última donde fallecieron los seis mineros; que la Secretaría del Trabajo haga públicas las inspecciones extraordinarias, y que las empresas extractivas de carbón, el gobierno de Coahuila y lo diputados del PRI, dejen de manipular las muertes y la vida de los mineros del carbón para favorecer intereses empresariales.

Especialistas en el tema señalaron que los accidentes mortales en las minas del país seguirán ocurriendo mientras no haya un esquema serio y profesional de revisiones por las autoridades, pues en la actualidad los inspectores no verifican realmente si los obreros tienen condiciones mínimas de protección, y para las empresas sigue siendo más barato pagar las multas por violar las normas laborales, que invertir en seguridad.

Patricia Juan Pineda, integrante del equipo de abogados del Frente Auténtico del Trabajo, indicó que a pesar de las declaraciones optimistas del gobierno, de que ya se cuenta con una nueva Norma Oficial Mexicana en materia de seguridad e higiene en las minas, y hay más de 300 inspectores, la realidad es que el funcionamiento de dichos sitios no es verificado exhaustivamente, lo cual refuerza la impunidad de los empresarios.

Si a los revisores les permiten el paso a la mina, bien, y si no, se van. Además, tienen que avisar que van a ir, y para cuando llegan, los patrones ya taparon todo y escondieron a los niños que trabajan ahí, y de esa forma los modelos de inspección no sirven para nada, lamentó.

Manuel Padrón, coordinador del Cereal, coincidió en que el derrumbe en la veta Pasta de Conchos no ha servido para corregir las malas prácticas empresariales en materia de seguridad e higiene, y muestra de ello es que desde esa tragedia, ocurrida en febrero de 2006, 85 obreros más han perdido la vida en accidentes de trabajo.