Cuernavaca, Mor., 4 de agosto. La cantante Chavela Vargas, de 93 años de edad, está muy fatigada, según el reporte médico en el séptimo día de su permanencia en la unidad de cuidados intensivos del hospital Inovamed de esta ciudad.

Desde su ingreso, el estado de salud de la intérprete sigue agravándose, incluso su amiga María Cortinas ha aceptado –en anteriores entrevistas– que la muerte de ésta puede ocurrir en cualquier momento.

En el reporte médico entregado a los representantes de los medios de comunicación esta mañana se resaltan con mayúsculas dos cosas: una, que la paciente está Muy fatigada; y otra, que continúan atendiéndola con medidas No invasivas, esto último a petición de la intérprete de Macorina.

Sin miedo a la Pelona

Su médico ha sostenido que en sus pláticas Chavela ha dicho que no le teme a la muerte y que está consciente de que la Pelona, como ella la llama, puede llegar en cualquier momento, sólo ha deseado, según José Manuel Núñez García, que llegue sin dolor y sin agonía.

Aunque también en reiteradas ocasiones ha dicho que ella no cree en la muerte, porque se considera una chamana, y que ella por serlo no va morir, sino a trascender. Incluso el viernes pidió su medallón de chamana (que tiene un peyote en medio y que sólo llevaba con ella en los conciertos que ofrecía), porque según su amiga y coautora del libro Las verdades de Chavela, María Cortina, siente cerca su partida.

A los 17 años de edad Chavela llegó a México, obtuvo la nacionalidad mexicana, y ha sobresalido como una de las principales cantantes del género ranchero, porque ha sido pionera en interpretarlo, antes sólo lo hacían los varones. La mayoría de las canciones de este género transmiten el deseo por las mujeres.

Entre las características de Vargas sobresalen, según Wikipedia, que vestía como hombre, fumaba tabaco, bebía mucho, traía pistola enfundada y un gabán rojo.