Lo que pasa aquí debe tener efecto dominó en los 37 espacios de la región: Nuria Sanz
Viernes 3 de agosto de 2012, p. 38
El Centro Histórico de la ciudad de México es uno de los más grandes del mundo y las acciones recién emprendidas de rehabilitación del espacio urbano y en el modo de vida y la convivencia son una muestra para los 37 centros históricos que hay en la región catalogados como patrimonio mundial, afirmó Nuria Sanz, jefa de la sección América Latina y el Caribe del Centro del Patrimonio Mundial de la Unesco.
Durante el taller Recuperación de centros históricos, una estrategia contra la exclusión y la discriminación, Sanz afirmó que se trabajará en nuevas metodologías para hacer que los reconocidos como patrimonios mundiales se adapten a las necesidades de la población del siglo XXI.
Precisó que con la administración local continuará el esfuerzo por mejorar el espacio urbano, pero también el modo de vida de quienes transitan, viven y conviven en el Centro Histórico del Distrito Federal, “como una forma de ser cultural, de convivir.
Yo estoy convencida de qué queremos demostrar por medio del Centro Histórico. Lo que pasa aquí tiene que tener efecto dominó en los 37 centros históricos que hay en América Latina y el Caribe
, dijo.
La autoridad y el director del fideicomiso del Centro Histórico, Alejandra Moreno Toscano e Inti Muñoz Santini, respectivamente, participaron en las mesas de trabajo e intercambiaron perspectivas sobre las acciones a emprender a fin de lograr no sólo la recuperación de espacios públicos, sino mejorar la situación de vida de quienes transitan y habitan en esta zona de la ciudad de México.
Muñoz Santini expresó que el Gobierno del Distrito Federal busca repoblar el Centro Histórico mediante la aplicación de una política de atracción de los jóvenes. Recordó que la administración local ha creado vivienda de interés social para los mazahuas.
Entre los temas que se abordaron en el primer día de actividades se encuentran el análisis de la situación económica de quienes habitan en el Centro Histórico del Distrito Federal, su cultura e identidad, así como el deterioro ecológico, nuevas tecnologías, exclusión financiera y la necesaria inclusión al cambio del paradigma de los centros históricos a nivel mundial.