Tocamos para todo tipo de público, sin distinción de clases sociales, sobre todo considerando que lo que queremos acercar es el jazz, tocado por 23 músicos, expresó en entrevista Ernesto Ramos, director de la Big Band Jazz de México.

Esta agrupación se ha ido ganando un lugar entre los asiduos al ritmo de la síncopa. La historia marca ya 15 años de trayectoria. Hoy miércoles, esta banda iniciará temporada en el Lunario del Auditorio Nacional, bajo el títu- lo Con sabor a México, con obras de autores nacionales y no sólo de lo denominado estándar.

Esta será la novena temporada en el Lunario. Con sabor a México también es el nombre del nuevo material discográfico de la Big Band.

Esta temporada continuará el 8, 15, 22 y 29 de agosto, a las 21 horas. La Big Band Jazz contará con la participación especial de músicos invitados ampliamente reconocidos de Venezuela, Perú y Estados Unidos. El repertorio incluye obras de Bob Mintzer, Count Basie, Quincy Jones, Thad Jones y Pat Metheny; también de Agustín Lara, José Alfredo Jiménez y Armando Manzanero, todo a ritmo de swing, bolero y jazz.

Para Ramos, en México hay muchas big bands, pero la que él dirige “no se junta para hacer un solo concierto. Hemos ensayado durante 15 años cada lunes para lograr un sonido ar-mónico, y esto haya o no conciertos programados. Estamos por el amor a la música. Desde hace nueve años estamos en el Lunario, participamos en las Lunas del Auditorio Nacional. Buscamos contagiar a las personas de jazz. Esto nos distingue, con cinco saxofones, cinco trompetas, base rítmica, contrabajo, piano, guitarra, batería, percusiones, los cantantes (…) un gran equipo que suma entre todos unas 36 personas”.

Los arreglos están a cargo de Rosino Serrano, Manuel Cázares y Mario Santos, todos de probada calidad musical.

–¿Es costeable una big band en México?

–Como todo proyecto cultural, eso es complicado. Yo agradezco a los empresarios que de unos años para acá han contratado a todo un equipo. El mundo del jazz va caminando, no a pasos agigantados, pero va. Mi objetivo es que el jazz sea para todos. Al Lunario, desde hace nueve años, asiste gente mayor, jóvenes y personas de toda edad para escuchar este tipo de música.

Añadió que a la par realizan la gira Contagiemos a México de jazz. No somos exclusivos de ricos, para nada, pues la música es para todos. El arte sonoro es del corazón, para quien la disfruta. Nada de clases sociales, ni nada de eso. Donde guste este tipo de música, ahí estaremos.