orge Rafael Videla cumple en la cárcel cuatro condenas a cadena perpetua por los crímenes que cometió al frente de la dictadura militar argentina. Él es un ferviente católico digno de figurar en el Yunque, la agrupación que aspira a gobernar México. Ahora, a sus 86 años, detalla la colaboración que la Iglesia católica le brindó en la guerra sucia que sostuvo contra la oposición política y con el fin de disciplinar a una sociedad anarquizada.

Muchos negaron que el representante papal y los obispos argentinos hubieran apoyado a la dictadura militar. Pero Videla cuenta cómo la jerarquía eclesiástica asesoró a los golpistas sobre la mejor forma de manejar la situación de los miles de desaparecidos y torturados, de los 500 bebés robados a los secuestrados y desaparecidos. No toda la Iglesia argentina colaboró con los militares. Hubo obispos, sacerdotes y monjas que murieron por defender los derechos humanos y los principios cristianos.

Mientras Videla lamenta la desaparición de miles de personas, pero no asume su responsabilidad en lo que pasó, otro general dice haber pedido perdón por los excesos cometidos en su país. Se trata de Fernando Matthei, de la fuerza aérea chilena. Lo hace al confirmarse la forma en que murió su amigo, el general Alberto Bachelet, padre de la ex presidenta Michelle Bachelet: por las torturas a que fue sometido tras el golpe militar encabezado por Pinochet. Pero el general chileno no se arrepiente de su participación en la dictadura. “Enfrentado a las mismas situaciones (la ‘amenaza comunista’), volvería a hacer exactamente lo mismo”.

Combatir la amenaza comunista sirvió para matar y perseguir a miles. Pero en esa amenaza ya no creen ni en Estados Unidos. Hoy es otra, la penetración musulmana y ya existe quien la combata, emulando al fallecido senador McCarthy: la congresista y ex candidata republicana a la presidencia Michele Bachmann. Según la legisladora, la Hermandad Musulmana, el partido que ahora gobierna en Egipto, logró introducir un caballo de Troya en la Secretaría de Estado que preside la señora Hilary Clinton.

Se trata de Huma Abedin, musulmana hija de inmigrantes egipcios y que por su capacidad ha logrado ascender hasta los niveles más altos del gobierno. La ex candidata presidencial Bachmann sostiene que es una prueba más de que existe una profunda influencia del terrorismo musulmán en la administración de Barack Obama.

Los republicanos han reaccionado aterrados por la posibilidad de que las disparatadas acusaciones de Bachmann perjudiquen la campaña de su candidato a la Casa Blanca, al iniciar una caza de brujas dentro del gobierno de Obama y una campaña de miedo y racismo contra la comunidad musulmana.

Lo que faltaba: Barack Obama, un peligro para Estados Unidos…