Bayreuth, Alemania., 25 de julio. El Festival anual de Bayreuth, dedicado a las óperas de Richard Wagner, comenzó este miércoles con la presencia de Angela Merkel, canciller alemana, tras una polémica que llevó al célebre cantante ruso Evgueni Nikitin a renunciar por los tatuajes considerados nazis que lleva en el pecho.

Considerado el encuentro musical más importante del mundo, junto con el de Salzburgo, Bayreuth abre en presencia de políticos y famosos con una gala de El holandés errante, cuyo papel protagónico quedó a cargo del bajo-barítono surcoreano Samuel Youn, tras la inesperada salida del ruso.

El encuentro ofrecerá hasta finales de agosto representaciones de Tristán e Isolda, Lohengrin, Tannhäuser y Parsifal, además de funciones adaptadas al público infantil, Wagner para niños.

Para muchos fanáticos, 2012 será el preludio a las celebraciones del año próximo, que conmemorarán el bicentenario de Wagner.

En esa ocasión, el alemán Frank Castorf –director de teatro popular de inspiración anarquista, nacido en la ex Alemania Oriental– pondrá en escena la tetralogía de El anillo del nibelungo, inspirada en leyendas nórdicas.

El festival se desarrolla en una sala diseñada especialmente por Wagner para representar sus obras en esta ciudad de Baviera. Las entradas se disputan con 10 años de anticipación.

Este año, un escándalo de último momento trastornó el encuentro, cuando el programa cultural de la televisión pública alemana ZDF, Aspekte, mostró el viernes pasado imágenes de los tatuajes del cantante ruso de 38 años.

Vestigios de su pasado como adolescente que integró una banda metalera, los tatuajes de connotaciones nazis de Nikitin incluyen una cruz esvástica –sobre la cual se tatuó otro motivo– y dos runas (caracteres del antiguo alfabeto de las lenguas germánicas orientales –gótico– y septentrionales –nórdico–).

La revelación causó tal polémica que el cantante tuvo que salir de esta puesta en escena. He decidido renunciar a mi papel en el festival (...) No era consciente del alcance de las irritaciones y heridas que pueden engendrar estos signos y símbolos, en particular en Bayreuth, declaró.

Evgueni Nikitin explicó que se tatuó en su juventud, en 1989, 1990 y 1991, en Rusia, y que eligió los motivos por razones espirituales y no políticas, relacionadas con mitos nórdicos y catálogos de tatuajes.

Los símbolos no tienen para mí ningún significado político. Sólo sentimental. Nunca he pertenecido a ningún partido político, ni ayer ni hoy, añadió el intérprete ruso.

Reacción exagerada de los Wagner

La otra principal institución musical de Baviera, la Ópera de Munich, entró al ruedo de la polémica para defender a Nikitin y acusar a la familia Wagner, que dirige Bayreuth, de reacción exagerada destinada a expiar simpatías pasadas con el régimen de Adolf Hitler.

Creo que se trata más de un problema de Bayreuth y de la familia Wagner que del cantante, comentó Nikolaus Bachler, director del Bayerische Staatsoper de Munich, quien decidió mantener a Nikitin en una representación de Lohengrin, de Wagner, en noviembre próximo.

Según Bachler, resulta particularmente hipócrita que la tontería de un cantante de rock de 16 años, que desde entonces lo ha lamentado y ha intentado reparar el error, sea castigado, precisamente, por la familia Wagner.

Los vínculos del festival con los dirigentes del Tercer Reich constituyen uno de los capítulos más sombríos de la historia de la música en Alemania. Hitler solía acudir a él para escuchar a su compositor favorito.

La víspera de la inauguración, el encuentro anunció que se dotará de un tercer director, Patrick Wasserbauer, encargado de las cuestiones comerciales, quien se sumará a las medio hermanas Katharina Wagner, de 34 años, y Eva Wagner-Pasquier, de 67, quienes dirigen Bayreuth desde 2008, tras la retirada de Wolfgang Wagner, nieto del compositor, fallecido en 2010.