En mis cintas quiero transmitir el dolor de las víctimas de la violencia
Lunes 23 de julio de 2012, p. a13
Guanajuato, Gto., 22 de julio. La dictadura militar de Park Chung-Hee marcó el estilo cinematográfico del director coreano Park Chan- Wook, quien dice que, aunque no le molesta, ya no desea llevar el apodo Señor Venganza.
En mi época de estudiante vi muchos encarcelados, muchos asesinatos, y estas cosas marcaron mi vida
, reveló el coreano en el Festival Internacional de Cine de Guanajuato (FICG), en el que fue homenajeado con la Cruz de Plata.
El cineasta dijo que antes de que llegara la democracia a Corea del Sur su corazón estaba lleno de pensamientos oscuros y negativos. Viví en una época en la que mi país era muy pobre, con un dictador. Afortunadamente fuimos hacia una revolución económica y democrática. Siempre fui un niño obediente y tuve contacto con el cine mediante la televisión
.
Añadió que cuando estudiaba filosofía, en la década de 1980, decidió crear un cineclub, mediante el cual tuvo un mayor acercamiento al séptimo arte.
Chan-Wook explicó que mediante sus películas trata de transmitir dos cosas: una es el temor y el dolor que sienten las víctimas de la violencia, y la segunda es generar la sensación de culpa y pecado que debe tener un villano.
El director de Stoker y la Triología de la venganza se refirió a la realización de los guiones de sus películas. Comentó: “Me gusta hacerlos acompañado de otra persona; pido su opinión sobre la historia y le doy opción a y opción b. Hay guiones que hice en 24 horas, como el de Señor Venganza; fue rápido porque el personaje es mudo, no había muchos diálogos”.
Chan-Wook encuentra la inspiración en periódicos, en historietas japonesas, en novelas, en la vida diaria, y sobre todo es necesario buscar dentro del corazón. Incluso me he pasado horas en el baño haciéndome la pregunta correcta para tener la respuesta correcta para un guión
.
Agregó que todas las tomas que realiza son revisadas por él y por los actores, “porque es importante que todos los participantes den su punto de vista, ya sea para avalarlas o modificarlas.
“No sé si eso pasa en México, pero así lo hacemos en Corea. Cuando filmé Stoker me sentí muy raro, porque los actores no se acercaban; son hombres muy ocupados”, contó.
Dijo que hace 20 años, cuando vio la película Tráiganme la cabeza de Alfredo García, del director estadunidense Sam Peckinpah, con la actuación de Emilio Indio Fernández, tuvo el deseo de conocer Guanajuato. “En esa cinta los protagonistas no pudieron llegar a ese estado, por eso quería conocerlo. Es un lugar muy hermoso, con una arquitectura muy hermosa. Uno se siente parte de la ciudad.
Quiero vivir como la gente de Guanajuato, porque la población de la ciudad tiene tiempo para ser feliz, en cambio en Corea siempre están ocupados tratando de sobrevivir y vencer
, expresó el cineasta.