Cuando Sergio Maravilla Martínez acepta que tuvo que colaborar con el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) para evitarle problemas, lo dice poniendo su mano frente a la boca como confesando un secreto. En seguida admite que tuvo que hacer muchos sacrificios como éste para tener la oportunidad que por fin llega: pelear ante el actual campeón de los pesos medianos, Julio César Chávez Jr., el 15 de septiembre en Las Vegas.

Después de la conferencia de prensa, en la que se presentó el combate, el pugilista argentino reconoce que cedió su título del mundo para evitar que el organismo boxístico fuera demandado por Sebastian Zbik, quien reclamaba una oportunidad.

Maravilla no perdió el cetro en la lona sino en la superficie reducida de un escritorio. La condición para claudicar es que podría recuperarlo. Zbik ganó el cinto pero lo perdió ante Chávez hijo el 4 de junio de 2011 y desde entonces el sudamericano empezó su cruzada para recuperar lo que cedió en un acuerdo con el CMB.

La postergación del pleito y el anuncio de tres defensas antes de que se hiciera posible el combate acabaron con la paciencia de Maravilla, quien estalló contra Chávez Jr., la promotora y el CMB.

Por momentos me sentí traicionado, reconoce el argentino mientras sale a toda prisa rumbo al aeropuerto.

Demoró mucho para que se llevara a cabo esta pelea. En algún momento sentí que faltaban el respeto a mi persona y a mi carrera; no sé si era un ninguneo, pero sí una falta de ética, sostiene el peleador, considerado uno de los mejores en la división y quien derrotó a rivales prestigiados como Kelly Pavlik y Paul Williams.

Maravilla Martínez (derecha) disputará el título de los medianos al campeón Chávez Jr., el 15 de septiembre en las VegasFoto María Luisa Severiano

Chávez hijo, en tanto, no tiene mucha paciencia. Después del intercambio de insultos y provocaciones durante la conferencia, afirmó que quiere dejar algunas cosas en claro, entre ellas la molestia de ser involucrado en ese acuerdo por el que Maravilla perdió el cinturón en un pacto de escritorio, que califica de mafioso.

Eso se acordó entre ellos, es una gran irresponsabilidad sin que yo esté de frente, dijo con la voz en alto. No es culpa mía y se agarran de todo eso para criticarme... realmente los mafiosos son los que lo hicieron, escupe molesto, y remata: Dije que he criticado al CMB porque realmente se lo merecen; yo no tengo por qué quedarme callado ante algo que no es real.

Si Maravilla se prestó, es un asunto que no lo involucra, insiste, y por el contrario le reclama que haya pactado con terceros y no directamente con él.

El peleador soy yo y debió hablar conmigo; los otros no mandan en mi carrera, sólo yo, aunque reconoce que de cualquier modo tenían que enfrentarse.

“Yo quiero combatir con los mejores de mi división y sé que lo correcto es que yo pelee contra Maravilla, pero yo tenía algunos planes antes y tuvo que esperar”.

Chávez junior no demerita la carrera del argentino y admite que al aceptar la pelea podrán despejarse de una buena vez las dudas que existen en torno a su carrera, en la que se le acusa de estar sobreprotegido por ser hijo de JC Chávez.

Nunca dejaré de ser el hijo de una leyenda, eso me llena de orgullo, pero quiero que sepan que yo no vengo por fama ni fortuna porque nací en ella. Lo que verdaderamente quiero es hacer historia en el boxeo.