El arquitecto dejó dos libros listos para publicarse, informa su viuda, Patricia Montaño
Durante 30 años ejerció la investigación y la docencia en la UAM
En La guía del disfrute comparte su conocimiento de pulquerías, teatros y sitios más representativos de la ciudad de México
Miércoles 18 de julio de 2012, p. 3
El arquitecto Jorge Legorreta, pionero en el estudio de la expansión urbana y sus efectos, falleció la madrugada de ayer en la capital del país, a los 63 años.
La noticia fue confirmada por su esposa, Patricia Montaño, quien informó que el ex delegado en Cuauhtémoc y ex diplomático dejó preparados un par de libros con la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), donde fue profesor e investigador durante 30 años y fundó el Centro de Estudios sobre la Ciudad de México.
La revolución y la independencia en los murales en México es uno de esos volúmenes, cuya publicación se hará en este año. El otro es un trabajo sobre la zona lacustre del Valle de México, la zona chinampera, precisó Montaño.
El deceso de Legorreta ocurrió a la 1:35 horas del martes, en el hospital 20 de Noviembre, donde duró internado cinco meses, a raíz de un derrame cerebral.
Asimismo, mediante un comunicado, Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno del Distrito Federal, manifestó sus condolencias por el fallecimiento del urbanista.
A Legorreta se le reconoce como uno de los urbanistas más relevantes en el país, estudioso de la expansión urbana y sus efectos en la población, el medio ambiente, la política y la economía.
Egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México, realizó una maestría en sociología y un doctorado en urbanismo, así como una especialización en planificación urbana en la República Democrática Alemana.
Fue coordinador del Centro de Información del Agua de la Ciudad de México de la UAM y se desempeñó como articulista de La Jornada, cronista y conductor del programa semanal Para descubrir la ciudad, que se transmitió por Radio Red.
Gran conocedor de la capital
Además de sus trabajos y publicaciones sobre problemas de las urbes, el tema lacustre y el agua, así como el del transporte público, Legorreta destacó por su amplio conocimiento de la capital, desde su arquitectura y cultura popular hasta los lugares y las maneras en los que la población se esparce y divierte.
“Muchos no saben la contribución de Jorge a la cultura popular. Pocos conocían tan bien esta urbe y sus sitios emblemáticos como él, desde pulquerías hasta teatros. Publicó La guía del disfrute”, referente para quien desee conocer esta capital a fondo, afirmó Iván Restrepo, amigo y colaborador durante varios años de Legorreta.
El ambientalista mencionó cómo aquél compartía su profundo conocimiento de la urbe mediante sus inolvidables paseos y visitas guiadas
por diferentes puntos desde el Centro Histórico hasta la zona lacustre de Xochimilco y Chalco, del drenaje profundo a los sitios de diversión nocturnos.
Hacía recorridos por cantinas, antros, llevado por distintos tipos de diversión, y remataba en Garibaldi, comiendo en la madrugada un rico pozole en el mercado de San Camilito
, recordó Restrepo.
Eso habla no sólo de su excepcional conocimiento de la urbe, sino de que veía a las personas, no le eran indiferentes, porque la mayoría de los teóricos en expansión urbanística no tienen contacto con la población, no saben cómo vive ni cómo se divierte
.
Legorreta, destacó Restrepo, fue muy vital. También fue músico y tocaba en un grupo, desde las maracas hasta las claves; nunca se atrevió con la trompeta ni el sax, pero sí con los bongós
.
Sus restos fueron velados en una funeraria del sur de la capital y hoy serán inhumados en el Panteón de Xoco. Además de su esposa, le sobreviven sus hijos Jordi Legorreta Montaño, Christian Legorreta Ortiz y Yokoyani Sánchez-Aldana Montaño.