Martes 17 de julio de 2012, p. 24
Berlín. La canciller federal alemana, Angela Merkel, expresó su temor a que su país haga el ridículo ante el mundo debido a una decisión judicial que pretende criminalizar la circuncisión religiosa, practicada por judíos y musulmanes. No quiero que Alemania sea el único país donde los judíos no pueden practicar sus ritos. De ser así, nos convertiríamos en el hazmerreír del mundo
, declaró ante dirigentes de su partido. El pasado 26 de junio un tribunal de Colonia declaró que la ablación del prepucio por motivos religiosos es una herida intencional y, por tanto, susceptible de ser perseguida penalmente.