Indígenas en Toribío buscan rescatar sus territorios de la guerrilla
Lunes 16 de julio de 2012, p. 29
Bogotá, 15 de julio. El jefe del Comité Internacional de la Cruz Roja (CIRC) en Colombia, Jordi Raich, considera que aún está lejos el final del conflicto armado interno en el país, lo cual se demuestra en la difícil situación que vive el departamento de Cauca, al suroeste, según declaraciones efectuadas al diario El Tiempo, hoy en Bogotá.
El vocero de la entidad humanitaria aclaró, sin embargo, que aunque la atención se centra en esa zona, hay violencia también en otras partes del país.
Nos preocupa seriamente la situación en Toribío y Jambalí (en el sur del país); también la del centro por la zona de Silvia, donde hemos entregado ayuda, y la del Mango y Argelia, donde 74 casas fueron dañadas
, dijo.
El departamento de Cauca es azotado por intensos combates, los cuales han dejado unos 20 civiles heridos y cerca de mil 500 indígenas forzados a salir de la región desde el pasado 6 de julio cuando las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) incrementaron su ofensiva en esa zona.
El conflicto sigue vivo y teniendo consecuencias muy serias; eso es obvio. Ahora estamos en Cauca porque hay una serie de hechos que centran la atención ahí, pero el conflicto continúa también en Arauca, Norte de Santander y en otras partes de Colombia
, dijo al citado rotativo .
El delegado español manifestó que en casi un año de trabajo en el país se ha dado cuenta de que existe una Colombia rica, que produce y es próspera
y una Colombia violenta que sufre un conflicto armado, de los más antiguos del mundo, con consecuencias humanitarias importantes
.
También advirtió que hay en general un deseo y una voluntad de que la violencia llegue a su fin y de que el conflicto termine
, aunque no puede decir con absoluta certeza si los actores armados enfrentados tienen la real voluntad de llegar a un acuerdo algún día.
En tanto, indígenas que viven en Toribío se movilizaron desde el lunes pasado para excluir sus territorios del conflicto armado interno mediante hostigamientos a las FARC y a la fuerza pública.
Con picos y palas, centenares de indígenas paeces destruyeron trincheras del Ejército y la Policía Nacional en ese sector y emprendieron la búsqueda de campamentos guerrilleros para exigirles también que se marchen.
Según advirtió hoy su vocera, Aída Quilcué, los indígenas colombianos seguirán en pie de lucha
hasta sacar al Ejército y las FARC de sus resguardos en Cauca.
Por otra parte, más de cien mujeres fueron asesinadas en el departamento de Antioquía en lo que va del año, según cifras oficiales difundidas hoy.