Washington, 13 de julio. El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, presionó al Banco de Inglaterra en junio de 2008 para hacer cambios en la forma de fijar la tasa referencial Libor, de acuerdo con documentos obtenidos por Reuters.

Geithner, quien entonces era jefe de la Reserva Federal de Nueva York (institución que funge como los ojos y oídos del banco central estadunidense en Wall Street), envió un correo electrónico privado al gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King, recomendando seis maneras de mejorar la credibilidad de la tasa Libor (London Interbank Offered Rate).

El banco trasladó las sugerencias de Geithner a la Asociación de Banqueros Británicos (BBA), grupo responsable de la Libor, que a esa altura ya había decidido revisar el sistema.

El Banco de Inglaterra confirmó que recibió esas recomendaciones, y agregó que las pasó al equipo responsable del área, mientras sigue creciendo el escándalo por manipulación de esa tasa mundial de referencia.

El correo electrónico, del primero de junio de 2008, fue revelado por el diario The Washington Post, incluyendo un memorando del 27 de mayo de ese año que sugería el uso de buenas prácticas para calcular la tasa Libor como procedimientos para prevenir inexactitudes accidentales o deliberadas.

Más de una decena de bancos es investigada por autoridades en Europa, Japón y Estados Unidos por sospecha de haber manipulado el punto de referencia, que se utiliza en contratos de préstamos que se realizan entre los bancos por valor de billones de dólares a nivel mundial.

Además de ser usada para fijar las tasas de interés de contratos derivados, la Libor también influye en las tasas hipotecarias, los préstamos estudiantiles y las tarjetas de crédito.

La BBA rehusó hacer comentarios sobre la difusión de los correos electrónicos este viernes.

Aumentan pérdidas de JPMorgan por derivados

JPMorgan, el mayor banco por activos de Estados Unidos, informó que sus pérdidas por operaciones con derivados de crédito se acercan a 6 mil millones de dólares, y acusó a algunos individuos en la organización de haber ocultado la magnitud del desastre.

Las pérdidas por derivados surgieron por una estrategia de cobertura de la oficina de Londres que no funcionó, en la que, según fuentes del mercado, el operador Bruno Iksil era parte de un equipo que hacía las apuestas gigantescas.