Morelia, Mich., 13 de julio. El conflicto en la comunidad de Nueva Jerusalén, municipio de Turicato, se intensificó debido a que el grupo dominante que heredó el poder de Nabor Cárdenas Mejorada (Papá Nabor) insiste en expulsar a más de cien familias disidentes a quienes el pasado 6 de julio les destruyeron la escuela y ahora amenazan con quemarles las viviendas.

El representante de las familias disidentes, Emiliano Juárez Damián, afirmó que no hay un conflicto religioso como algunos lo quieren ver, sino ha sido la explotación, el abuso y la impunidad de un grupo de fanáticos que han manejado a la gente para beneficio propio: Nosotros no buscamos ningún provecho, nos organizamos sólo para defender la educación, dijo.

Desde hace unos 15 años, explicó, cuando Papa Nabor enfermó (falleció en febrero de 2008) varios sacerdotes que él mismo había formado, se hicieron cargo de la iglesia llamada La Ermita.

A partir de entonces comenzaron los abusos, en complicidad con el autodenominado vidente Agapito Gómez –acusado y encarcelado por violar a dos adolescentes–, quien expulsó a por lo menos 10 familias que no están de acuerdo con los líderes religiosos.

Uno de los herederos del gobierno de la Nueva Jerusalén se hace llamar obispo Martín de Tours quien ordenó destruir la primaria Vicente Guerrero el pasado 6 de julio. En los últimos días dijo a sus seguidores que la Virgen del Rosario (la santa patrona) había ordenado expulsarnos porque somos gente del demonio, apuntó.

Juárez Damián afirmó que no hubo detenidos ni responsables de la destrucción de la escuela, incluso policías y un funcionario de gobierno estuvieron presentes mientras destruían el inmueble en el que estudiaban más de 200 niños. El 27 de agosto de 2011 ese mismo grupo bloqueó el acceso a la primaria, el jardín de niños y la telesecundaria y la liberaron en abril de este año. Desde esa vez el gobierno nos prometió que habría vigilancia permanente pero no fue así.

Existe el compromiso del gobierno estatal de construir otra vez la escuela, dijo, pero la principal demanda en estos momentos, subrayó, es que los responsables sean juzgados y se garantice la seguridad de la comunidad, porque sólo una calle nos divide y no queremos llegar a un enfrentamiento, porque ahora hay la amenaza de quemar nuestras casas.

El representante de los disidentes sostuvo que es inviable reubicar a las familias que no están de acuerdo con los líderes religiosos, por lo que reiteró su solicitud de seguridad en la comunidad.

El edil de Turicato, Salvador Barrera Medrano, se reunió el jueves con el gobernador Fausto Vallejo, para solicitar apoyo pues no cuenta con la capacidad para resolver un posible enfrentamiento.

Vallejo Figueroa manifestó que solicitará el apoyo del gobierno federal para reforzar la vigilancia en la población La Nueva Jerusalén, que se encuentra bajo vigilancia de la policía estatal las 24 horas del días.