A pesar del cambio en el gobierno de Francia, la crisis diplomática que desató la aprehensión y condena a 60 años de cárcel de Florence Cassez por secuestro, delincuencia organizada y tenencia ilícita de armas, y la posterior negativa del gobierno mexicano a la solicitud de extradición, no anticipa una pronta solución.

La asistencia del presidente Francoise Hollande a la exposición en París de 62 óleos sobre tela de Cassez, tres días antes del encuentro con el presidente Felipe Calderón en Los Cabos, con motivo de la reunión del G-20, fue interpretada por círculos académicos como una contradicción al deseo, expresado por el propio mandatario francés, de estrechar la relación entre México y Francia.

Ha habido torpezas de ambos lados. Las evidentes en el proceso judicial, reconocidas por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), como exhibir la aprehensión de la inculpada e inducir testimonios contrarios, y el interés electoral del entonces presidente Nicolás Sarcozy, quien lo convirtió en un asunto personal, con visos de colonialismo, que le dio al tema una dimensión que no merece. Un asunto judicial no puede estar encima de las relaciones entre ambos países; debe definirse en los juzgados, por lo que la relación debería normalizarse, consideró el diputado por el Partido del Trabajo Porfirio Muñoz Ledo.

Otros especialistas opinaron, a su vez, que la asistencia de Hollande a la exposición pictórica sólo es una muestra de apoyo a una connacional que enfrenta problemas en otro país, tanto como lo fue haber recibido el pasado 13 de junio a los padres de Cassez luego de que volvieron de México, donde visitaron a su hija y tomaron parte en la presentación de la nueva edición de su libro.

Compromiso de Francia

En el encuentro con los padres de Cassez, Hollande recordó que las autoridades francesas siguen con mucha atención el proceso judicial en curso, en la SCJN. Francia sigue plenamente comprometida al lado de Florence Cassez, quien siempre ha clamado su inocencia. Tiene confianza en la independencia de la justicia mexicana y desea que ella sea objeto de un trato judicial justo y equitativo.

Otro elemento de distorsión en la relación bilateral, advierten especialistas, es la designación de la nueva embajadora de Francia en México, Elizabeth Beton Delègue. Sostienen que en los pasillos del Quai d’Orsay, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia, se comenta lo poco útil de ese nombramiento para mejorar la relación Francia-México.

Diplomática de carrera, egresada de la Escuela Nacional de Administración, Elizabeth Beton luego de haber llegado al rango de ministro consejero durante el gobierno de Sarkozy tuvo un rápido ascenso, primero como embajadora en Chile, donde permaneció dos años, y luego al ser promovida al puesto de viceministra de Relaciones Exteriores en los ministerios de Bernard Kouchner y de Michèlle Alliot-Marie. Estando Benton al servicio de esta última, en la dirección para América Latina y el Caribe, se redactó el comunicado que la ministra leyó el 10 de febrero de 2011, en el que deplora el sistema judicial mexicano y pone en duda el estado de derecho en México.

Cassez, en el Reclusorio Oriente, en 2006Foto Alfredo Domínguez

Cabe recordar que el asunto de Florence Cassez fue conducido desde 2006 por la Presidencia de la república Francesa y no por el Ministerio de Relaciones Exteriores, y en México, por la embajada, no por el consulado, instancia a la que le correspondía, ya que es un asunto consular, no de Estado.

En esa declaración la ministra señaló: Me siento consternada por la decisión del Tribunal Colegiado de Circuito que confirma la sentencia del juez de apelación en contra de Cassez. Es una denegación de la justicia. Esta decisión es deplorable... Las condiciones en las cuales se tomó esta decisión son inadmisibles. Además, la violación de los derechos consulares por las autoridades mexicanas en la detención de la Florence Cassez había dado lugar a un memorial del gobierno francés... Es un día sombrío para ella y su familia. No abandonaremos a nuestra compatriota. Esta decisión va a afectar nuestras relaciones bilaterales.

Los especialistas se refieren también a la gran influencia de la familia en importantes círculos políticos y económicos de Francia, que han contribuido a dar la dimensión que actualmente tiene el proceso de la francesa. Incluso, destacan la relación de amistad que desde la prisión ha desarrollado con importantes figuras del cine de su país, como Marion Cotillard, quien recibió el Óscar a mejor actriz por La vida en rosa –se llegó a especular en la prensa francesa que interpretaría el papel de la detenida en una película sobre su aprehensión y condena, versión que fue desmentida por la madre de ésta, Charlotte Cassez–, y la cercanía con el legendario actor Alain Delon.

La actriz visitó en prisión a Florence y a partir de entonces sostienen conversaciones telefónicas al menos una vez cada tres semanas, mientras Alain Delon se comunica regularmente, declaró Charlotte Cassez a Le Figaro.

Durante una visita a Cancún y Acapulco, Delon declaró: Hoy tengo un pensamiento para alguien entrañable, que sufre mucho. Es una mujer excepcional que se llama Florence Cassez, y les pido que le aplaudan, como muestra de la solidaridad del artista con su compatriota.