Monterrey NL, 12 de julio. Ante la inseguridad, los habitantes de las ciudades tienden a encerrarse en sus casas y construir bardas enormes, lo que tiene un efecto es el contrario al que se busca, pues se dejan los espacios a la delincuencia, dijo la arquitecta chilena Macarena Rau Vargas, experta en el enfoque multidisciplinario conocido como prevención del delito mediante diseño ambiental.

Rau Vargas participó en la séptima reunión nacional de trabajo con instancias de prevención del delito, inaugurada este jueves por el gobernador Rodrigo Medina de la Cruz. Acudieron representantes de las secretarías de Gobernación, de Seguridad Pública de Nuevo León y de la Defensa Nacional, entre otras, y agrupaciones sociales.

De acuerdo con Macarena Rau, la violencia es sólo síntoma de una enfermedad que debe atacarse desde la raíz. Consideró que las grandes urbes mexicanas son inseguras porque existen serios problemas de concertación y falta de cohesión social, pues el tejido social se ha debilitado a causa de la impunidad y de inadecuadas políticas de desarrollo social y de urbanismo.

Es necesario construir una red social donde el ciudadano sea protagonista y no sea visto como objeto por las autoridades; se requiere una sociedad civil muy fuerte que exija y vigile, que las personas se rencuentren entre sí, que vuelvan a tomar la ciudad y saquen a la delincuencia de los espacios públicos.

Rau Vargas señaló que los arquitectos y urbanistas deben asumir una responsabilidad moral, ambiental y social y contribuir a disminuir la inseguridad. Mencionó que en Monterrey, Guadalajara y el Distrito Federal el automóvil es el protagonista de los proyectos de infraestructura. Agregó que las condiciones de calles e inmuebles pueden generar seguridad o crear corredores del delito.

Resolver los problemas de violencia, calculó, puede tomar de 15 a 30 años, siempre que exista atención continua y multifactorial y se combatan las causas y no únicamente los síntomas con más militares y policías.