La organización prevé que la desocupación seguirá alta
al menos hasta finales de 2013
Más preocupante es el número de quienes llevan en paro dos o más años
, advierte en París
Jóvenes y los menos calificados, quienes cargan el mayor peso de la peor situación en 40 años
Miércoles 11 de julio de 2012, p. 29
París, 10 de julio. Unos 48 millones de personas están sin empleo en los 34 países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), informó el organismo, el cual prevé que el desempleo seguirá siendo alto
al menos hasta finales de 2013.
Más preocupante es el aumento del número de personas que llevan en paro dos años o más, que ha pasado de 2.6 millones en 2007 a 7.8 millones en 2011
, advierte la organización, que agrupa a las economías más industrializadas, y de la que México forma parte. Apuntó que los jóvenes y los menos calificados soportan el mayor peso de la que ya es de lejos la recuperación más débil de las últimas cuatro décadas.
La situación varía sensiblemente en función de los países. En la zona euro, por ejemplo, el desempleo se elevó a 11.1 por ciento en mayo, aunque en países como España la tasa es más del doble, pues se dispara a 24.6 por ciento, mientras en Estados Unidos se ubica en 8.25 por ciento.
En cambio, en la mayoría de las economías emergentes, con excepción de Sudáfrica, los mercados de trabajo han resistido bastante bien a la crisis
, apuntó la OCDE en su informe sobre las perspectivas del empleo en 2012.
La organización también advirtió sobre el aumento del desempleo de larga duración. Un demandante de empleo de cada tres lleva sin trabajo 12 meses o más
en la zona OCDE, pero la proporción sube a 44 por ciento en la Unión Europea.
El desempleo en la zona OCDE seguirá siendo alto, en torno a 7.7 por ciento en el último trimestre de 2013
frente a 7.9 por ciento de mayo de 2012, prevé el organismo con sede en París.
Es imperativo que los gobiernos usen todos los medios a su alcance para ayudar a los que buscan trabajo, en especial a los jóvenes, eliminando barreras para la creación de empleo e invirtiendo en educación y capacidades
, afirmó José Ángel Gurría, secretario general de la OCDE, en un comunicado.
Para recuperar la tasa de empleo de antes de la crisis, habrá que crear 14 millones de empleos en la zona OCDE
, calcula la organización, y señala que los jóvenes y los trabajadores poco calificados siguen siendo los más afectados por el paro. La OCDE insta a que el Estado dé subvenciones para ayudar a los desempleados a mantener el contacto con el mundo laboral.
Los países deben abordar la crisis de empleo con medidas de política macroeconómica adecuada, que incluye pasos inmediatos para estabilizar el sistema bancario europeo. También hay margen para aliviar la política fiscal en cierta medida si los gobiernos tienen capacidad de maniobra presupuestaria, dijo la OCDE.
Los retos que afrontan los políticos en algunos aspectos no tienen precedente, según el informe, que lo explicó de la siguiente manera:
Cuando han transcurrido tres años de recuperación de la crisis financiera mundial, la tasa de desempleo de mayo sólo era 0.6 por ciento más baja que el máximo de postguerra de 8.5 alcanzado en octubre de 2009.
El empleo joven ha descendido en casi siete puntos porcentuales, frente al empleo total, desde el inicio de la crisis, mientras que el empleo de menor calificación ha caído casi cinco puntos porcentuales.
Es más, el empleo temporal ha subido con fuerza porque las empresas son reacias a recontratar a trabajadores con contratos abiertos dada la incertidumbre económica.
El desempleo a lago plazo ha subido de 27 por ciento del total antes de la crisis a 35 por ciento, lo cual eleva la perspectiva de que el incremento se convierta en estructural conforme se erosionan las aptitudes.
Pese al ambiente sombrío, la OCDE pidió reformas estructurales audaces en los mercados laborales y de productos. Por ejemplo, los gobiernos podrían obtener crecimiento laboral con reformas aperturistas del mercado minorista y los servicios profesionales a una mayor competencia.
Los economistas apuntan a los horarios comerciales aún restrictivos en muchos países europeos y los prestamistas internacionales han pedido que Grecia e Italia flexibilicen los horarios laborales, ya sean farmacias, bufetes de abogados o taxistas.