Crear arte de un deporte que consideraba brutal e incivilizado le parecía un disparate al escultor Mario Rendón. Acostumbrado a esculpir próceres patrios y héroes históricos, no entendió un día de 20 años atrás la petición del presidente del Consejo Mundial de Boxeo, José Sulaimán, quien le propuso hacer una pieza dedicada al boxeador mexicano.

Mi reacción fue de rechazo, admite quien junto a Víctor Gutiérrez realiza una escultura monumental dedicada a Rocky Marciano, como parte de un homenaje que el CMB rendirá a las leyendas del boxeo mundial y que anunció ayer el titular del organismo.

En aquella ocasión yo no me podía imaginar hacer una obra sobre una actividad que pensaba incivilizada, brutal y bárbara, agregó ayer desde el taller donde realizan la obra del ex campeón italoamericano.

Hacer a un hombre que se lía a golpes contra otro no le parecía nada ejemplar y cuenta que aceptar ese primer encargo sobre el tema le costó muchos meses.

“Después de una reflexión me di cuenta de que estos son los héroes modernos, porque representan a un pueblo y exponen lo más valioso: su físico en nombre de un país y una bandera.

El boxeo es violento, pero tiene un alto sentido de sacrificio y está rodeado de códigos de caballerosidad... Descubrí a un personaje noble que pertenece sinceramente al pueblo y prefiero exaltar a gente del barrio que a cualquier político corrupto de nuestra época. Los ídolos populares no necesitan de acarreos.

Rocky Marciano se retiró invicto de los cuadriláteros, con 49 combates.