Panorama incierto del Tri olímpico
Los adioses de Alonso, Jackson y Bautista
l apurado empate del Tricolor olímpico ante León –que jugó como lo indica su apodo de fiera– hizo poner los pies en la tierra a muchos que ya ubicaban al equipo de Luis Fernando Tena en el podio de Londres.
Se exagera al colgarle al representativo nacional la medalla, pero también es un exceso tomar de parámetro el partido ante los resucitados Panzas Verdes, que juegan con todo bajo las órdenes de Gustavo Matosas.
Esta vez el panorama parece alentador por el título en el torneo esperanzas de Toulon, pero el futbol nunca ha ganado una presea olímpica, además de que en el grupo tocaron tres estilos que generalmente se le complican al balompié mexicano: la fortaleza de los africanos (Gabón), la velocidad asiática (Corea) y la combinación de ambos en un conjunto europeo como Suiza.
De superar esa aduana, la selección que despreciaron Carlos Vela y Jonathan dos Santos enfrentaría a Uruguay o Inglaterra, dos fuertes candidatos al medallero.
El Tri olímpico ha mostrado un buen nivel y sin duda dará pelea en la justa veraniega. También es seguro que su nivel será mejor que el mostrado ante León, equipo que jugó como si la vida le fuera de por medio en un partido en el Nou Camp donde se vieron imágenes insólitas: agresiones contra los seleccionados en su propia tierra.
Sin embargo, los que apuestan su dinero tienen definidos a sus favoritos: Brasil, España, Gran Bretaña, Uruguay y Suiza. México está en el sexto lugar, sin opción de preseas, además de que el equipo podría partírsele al Flaco Tena, quien en una rara muestra de sinceridad admitió que no sabe a quién sacar para meter a Giovani dos Santos.
Gío –quien no se consolidó en el Tottenham por su gusto por la fiesta, como lo balconeaba el ex técnico Harry Redknapp– sigue más en las notas de la farándula que en las deportivas y esta semana, mientras el cuerpo técnico tricolor decía que tenía permiso especial para definir su futuro futbolístico, una revista lo mostró de vacaciones en Cancún con dama que lo acompaña
, como se decía en los danzones.
Además de la del Tri, esta semana hubo otras tres despedidas. El colombiano Jackson Martínez fue contratado por el Porto de Portugal en unos 11 millones de dólares, uno más que el pase de Christian Benítez al Birmingham, con lo que se convierte en la transferencia más cara en la historia de nuestro balompié.
Jackson deja huérfano a Jaguares y el profe José Cruz hasta tuvo que registrar como jugador a Mariano Trujillo, quien era parte de su cuerpo técnico.
Toluca sigue sin digerir la decisión personal de Iván Alonso. El uruguayo argumenta problemas físicos para dejar la altitud mexiquense y quitar a los rojos sus goles del último año. Dos torneos le bastaron al charrúa para convertirse en referente y deja un hueco muy difícil de llenar.
El que tuvo un mal adiós fue Adolfo Bautista. Los Gallos Blancos ya se acostumbraron a despedir de mala manera –lo hicieron con los técnicos David Comizzo y Matosas– y ahora el turno le tocó al Bofo, quien nunca terminó por consolidarse para ser el futbolista fuera de serie que prometía.
A Bautista le sobró talento y le faltó tal vez disciplina y mentalidad, y ahora irá a la MLS luego de seis meses sin actividad.
Pablo Barrera se convirtió en otro elemento de paso fugaz por Europa. Con el West Ham no tuvo tan mala actuación, pero con Zaragoza de plano nunca se encontró. Cruz Azul realizó una buena contratación con el ahora rollizo Dinamita, quien primero deberá ponerse a dieta para mostrar el nivel que logró con el uniforme puma.
Después de muchas injusticias, la FIFA aceptó la introducción de la tecnología en la cancha. Por lo menos así se evitarán los goles fantasmas, hasta que la ciencia encuentre la manera de quitar otras turbiedades como partidos arreglados o arbitrajes amañados.