La Paz, 7 de julio. Tres de cinco rehenes secuestrados de la filial de la minera canadiense South American Silver lograron escapar de la región de Mallku Khota, departamento de Potosí. Los plagiados fueron capturados el lunes pasado por indígenas que piden la expulsión de Bolivia de la sucursal de la compañía extranjera, mientras una fiscal atrapada la víspera fue liberada por las autoridades.

Producto de la presión del trabajo de la policía y de las gestiones de la comisión (gubernamental), los comuneros los trasladaron (a los rehenes) de un lugar a otro, descuidando su seguridad, y en ese momento pudieron salir. Estuvieron caminando hasta encontrar a la policía, la cual los escoltó hasta Oruro, manifestó el viceministro de Régimen Interior y Policía, Jorge Pérez.

El médico forense del Ministerio Público, Freddy Quispe, indicó que tras practicarles una revisión se pudo determinar que los tres estaban en grado de deshidratación entre leve y moderada. No presentaban lesiones físicas, pero sí un grado de fatiga física y sicológica. Esas personas, empleados de la compañía, son Marco Antonio Lestón, Eustaquio Calle y Juan Pablo Mallco.

Jorge Pérez confirmó que la policía rescató a la fiscal Wilma Blas, quien la tarde del viernes había sido tomada como rehén por los indígenas que se oponen a las operaciones de la minera.

Los indígenas todavía mantienen como rehenes a dos empleados de la minera Mallku Kotha, filial de la canadiense. Se trata de los ingenieros Fernando Fernández y Agustín Cárdenas, quienes, se teme, puedan ser torturados. Además retienen a un policía.

Uno de los líderes de las comunidades campesinas que tienen en su poder a Fernández y a Cárdenas, Daniel Colque, declaró que los dos rehenes serán liberados luego de una negociación con las autoridades, pero primero serán sometidos a una audiencia indígena para definir una sanción bajo la acusación de que fueron encontrados realizando labores de espionaje en su zona.

Daniel Colque confirmó que desde el viernes retienen a un policía, de quien las autoridades habían reportado su desaparición, y que esperan la llegada de un fiscal de la localidad de Llallagua para entregarlo y que la autoridad comience la investigación correspondiente.

En la zona del conflicto falleció el jueves un indígena por la activación errática de un explosivo de dinamita que tenía amarrado al cuerpo, según el ministro del Interior, Carlos Romero.

Sin embargo, el médico forense Abelardo Machaca afirmó que el comunero José Mamani falleció debido a una herida de bala en la cabeza, de acuerdo con una investigación que empezó la fiscalía de Potosí.

Por otra parte, los indígenas amazónicos que mantienen una protesta en La Paz, en rechazo a la construcción de una carretera que atravesaría su territorio, rechazaron este sábado una propuesta de diálogo que les hizo horas antes el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, la cual calificaron de chantaje.

La convocatoria al diálogo del gobierno estaba condicionada a que participaran todas las autoridades nativas y no sólo los dirigentes movilizados en esta protesta.

Es decir, propuso una reunión inmediata con las 63 autoridades del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro-Sécure (Tipnis) y los presidentes de tres subcentrales.

Este día, 15 de esas autoridades del Tipnis ratificaron su respaldo a que se efectúe una consulta previa, luego de que esta semana adelantaron un acuerdo al respecto con el gobierno central, a lo cual se oponen los marchistas de La Paz.