Bellas Artes, Auditorio Nacional y el Alcázar de Chapultepec vibraron con Huapango
Domingo 1º de julio de 2012, p. 4
Este fin de semana 51 orquestas del país interpretaron 51 veces Huapango, de José Pablo Moncayo, junto con otras obras del compositor jalisciense, poco conocidas pero fundamentales en su catálogo, como Tierra de temporal, Hueyapan, Amatzinac, Cumbres, Sinfonietta, Bosques, Homenaje a Cervantes y Tres piezas para orquesta.
Así se celebró el centenario de uno de los compositores mexicanos más famosos dentro y fuera del país, pero menos conocido y revalorado hasta hora por el conjunto de su obra. Los conciertos se concentraron el viernes 29, día del centenario del natalicio de Moncayo (1912-1958).
Dirigida por Carlos Miguel Prieto, la Orquesta Sinfónica Nacional se presentó la noche del viernes en el Palacio de Bellas Artes, con la presencia del presidente Felipe Calderón, quien, antes de comenzar su intervención, fue abucheado por parte del público durante cerca de medio minuto, mientras que otra parte lo aplaudió (La Jornada, 30/06/12).
Calderón entregó al secretario de Educación Pública, José Ángel Córdova Villalobos, una caja conmemorativa
con ocho cedés y 10 libros, editados por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA).
La caja contiene una biografía de Moncayo y la edición facsimilar de las partituras originales de 30 de sus obras, varias de ellas con apuntes del propio compositor.
Para celebrar de manera muy especial su centenario, hoy, por primera vez, vamos a poner la obra completa de Moncayo a disposición de los músicos del mundo y de todo el que quiera escucharla
, dijo Calderón.
El mandatario agregó que Huapango es una pieza maestra que llena de orgullo a los mexicanos y es, por derecho propio, la obra para concierto más ejecutada en la historia del país, además de ser para todos símbolo de identidad.
Calderón volvió al palco, donde estuvo acompañado por Córdova, por la presidenta del CNCA, Consuelo Sáizar, y por la directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes, Teresa Vicencio.
Con la destacada participación de la flautista Julieta Cedillo, las obras interpretadas fueron Amatzinac, Cumbres, Bosques, Sinfonietta y Huapango, esta última celebrada de pie por el público en su carácter entrañable de segundo himno nacional
.
De hecho, al concluir la interpretación de Huapango, y con ello de la velada, Prieto y los músicos se retiraron, pero durante unos cinco minutos el público siguió de pie, con aplausos y gritos de ¡Huapango, Huapango!, lo que hizo que los músicos regresaran.
Nunca había visto que un público sacara al escenario a una orquesta completa otra vez
, dijo Prieto; enseguida exclamó: “¡Otra vez Huapango, pero con más ganas!”
Otro concierto, a cargo de la Orquesta Sinfónica Juvenil Carlos Chávez, dirigida por Enrique Barrios, se realizó la tarde de ese mismo viernes, en el Alcázar del Castillo de Chapultepec.
En la parte final, Rodrigo Sierra Moncayo, director de orquesta de 29 años, pianista y nieto de José Pablo, tomó prestada la batuta del maestro Barrios para llevar el Huapango a buen término.
Sierra Moncayo comentó a La Jornada: Dirigirla hoy, 29 de junio, es todavía más especial que siempre. Muchas felicidades a José Pablo Moncayo
.
El reto de dirigir Huapango, dijo, tiene que ver sobre todo con la articulación y las figuras rítmicas, pero lamentablemente suele pasárseles por encima
. Compartió que la noche del jueves acababa de dirigir obras de Moncayo en el teatro Degollado, en Guadalajara.
Otras interpretaciones en el Alcázar fueron Tres piezas para orquesta (Feria, Canción y Danza), Homenaje a Cervantes, Hueyapan, Bosques y Huapango, que sonaron con pasión y energía juvenil ante más de 200 personas, muchas de ellas conmovidas.
Sobre las obras poco conocidas de Moncayo, pero de alto nivel técnico y estético, Barrios deseó que también lleguen a la celebridad, como sucede con Huapango.
Entre el público se encontraban familiares de Moncayo, como su hija Claudia, su nieto José Pablo Sierra Moncayo, además de Clara Elena y María Elena Moncayo.
Estaban además familiares del compositor Carlos Chávez, como sus hijos Agustín y Carlos, así como varios nietos y bisnietos. Moncayo y Chávez tuvieron una importante relación creativa, recordó Barrios.
Ese mismo jueves, aunque en el Auditorio Nacional, la Orquesta Sinfónica de Minería, también bajo la dirección de Carlos Miguel Prieto, interpretó las obras Sinfonietta, Tierra de Temporal, Feria y Danza (de Tres piezas para orquesta) y Huapango.
También Sinfonía No. 2, de Carlos Chávez; La noche de los mayas, de Silvestre Revueltas, y Sones de mariachi, de Blas Galindo. El público reconoció de pie a las obras y a la orquesta.
Para este domingo, en la sala Nezahualcóyotl, se encuentran agotadas las localidades del concierto de la Orquesta Filarmónica de la Universidad Nacional Autónoma de México, que interpretará Tierra de temporal, Bosques y Huapango. Dirigida por Juan Carlos Lomónaco. El violinista Sebastian Kwapisz, abrirá con Las cuatro estaciones, de Vivaldi.
Otras de las muchísimas orquestas y bandas sinfónicas que este fin de semana rinden homenaje a Moncayo en el centenario de su nacimiento son la de Cámara de Bellas Artes, la del Instituto Politécnico Nacional, la de Cámara María Teresa Cortinas, de Ciudad Madero, la Sinfónica de Orizaba, la Sinfónica de Michoacán o la Juvenil de Guadalajara.
Y las de las universidades Autónoma de Chihuahua, Tamaulipas, Hidalgo, Quintana Roo y Guanajuato. Así como diversas bandas de Oaxaca y la Sinfónica Mixteca de Puebla.
El viernes 29 de junio el portal del buscador Google dedicó su doodle a José Pablo Moncayo. En la imagen un director de orquesta dirige con su batuta a las letras de Google, que sostienen instrumentos musicales, con el vitral-telón del Palacio de Bellas Artes de fondo.