Sin importar quién sea el nuevo presidente no ve cambios en la petrolera
Sábado 30 de junio de 2012, p. 23
Sin importar quién gane las elecciones presidenciales en México en los comicios a realizarse este domingo primero de julio, no se prevé que haya una mayor apertura a la inversión privada en la petrolera estatal (Pemex), consideró la firma financiera internacional Standard and Poor’s (S&P).
En un reporte sectorial titulado: Empresas de petróleo y gas de América Latina están bien posicionadas en general para afrontar el futuro, señala que no espera que el partido entrante obtenga una mayoría contundente en el Congreso de manera que la nueva administración tendrá que negociar y comprometerse como lo han hecho otros partidos en la década pasada.
México tiene una dependencia presupuestaria de los ingresos provenientes del petróleo. En el primer trimestre de 2012, la producción total de petróleo crudo alcanzó 2 millones 537 mil barriles diarios, lo que significó una disminución de 1.4 por ciento frente al mismo periodo de 2011.
Esto se deriva principalmente de la baja en la producción en el yacimiento de Cantarell. Sin embargo, la mayor producción de otros proyectos de perforación petrolera como Ku Maloob Zaap, Crudo Ligero marino, Delta del Grijalva, Ixtal Manik, Yaxché y Ogarrio-Magallanes ha compensado parcialmente la natural declinación de Cantarell.
Standard and Poor’s refirió que dos de los tres principales candidatos presidenciales (Enrique Peña Nieto y Josefina Vázquez Mota) apoyarían una mayor competencia en el sector de petróleo y gas. No obstante, en virtud del escenario la calificadora asegura: no suponemos aperturas adicionales de Petróleos Mexicanos (Pemex) debido a la resistencia para hacerlo
.
De igual manera, agrega, no esperamos cambios significativos en la relación de Pemex con el gobierno
. Es importante recordar que alrededor de un tercio de los recursos presupuetales del gobierno federal provienen de las exportaciones de crudo.
El reporte dado a conocer este viernes señala que es probable que las empresas de petróleo y gas de América Latina logren resistir el impacto negativo de cualquier efecto económico que pudiera presentarse en Estados Unidos y Europa.