Al solicitar la Subsecretaría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (Siedo) que se ampliara el arraigo por 40 días en contra del general Tomás Ángeles Dauahare y que éste fuera concedido por un juez federal, lo que se interpreta es que el Ministerio Público federal no tiene pruebas suficientes que le permitan obtener el auto de formal prisión y dejarlo en libertad en vísperas de unas elecciones tan competidas. Dañaría severamente la imagen de la Procuraduría General de la República (PGR) y del propio gobierno, aseveró el general Carmelo Terán Montero

El militar retirado, quien dirige el Centro de Análisis y Opinión Militar (Caomir), señala en un comentario publicado por dicho organismo que la captura del general Ángeles y de otros tres altos mandos (en activo y en retiro) ha servido como distractor de otros hechos que en otros momentos serían de mucho interés para la opinión pública.

Y no es para menos, subraya el general Terán –cuyo foro goza de prestigio en el medio castrense–, porque se ha señalado que (su detención) tiene un trasfondo político y que el motivo real es el trabajo que estaba realizando a favor de la campaña de Enrique Peña Nieto.

Mencionó la participación del general Dauahare en foros priístas sobre seguridad, en los que exhibió los errores cometidos en la guerra que se está llevando en contra de la delincuencia, lo cual lastimó a los responsables de la misma y propició su detención y arraigo.

De ser cierta esta especie, subraya el militar, no se justifica el procedimiento utilizado, y la única forma de que la PGR y demás autoridades pudieran salir airosas de esta situación sería con la presentación de las pruebas que convencieran al juez para que obsequie el auto de formal prisión e inicie el proceso penal en su contra.

Ahora sólo queda esperar que pasen las elecciones para ver cuál es el destino del ex subsecretario de la Defensa Nacional, indicó el general, quien cuestionó: habrá que preguntar: no por quién va a votar el general Dauahare, sino en qué casilla, porque sigue siendo ciudadano con todos sus derechos, pues no se le ha probado que tenga un modo deshonesto de vivir.