En la ciudad de México, 83 mil 481 menores de entre 12 y 17 años de edad forman parte de la población económicamente activa. De esa cifra, 39 mil no perciben remuneración económica –en su mayoría mujeres–, señaló Gerardo Sauri Suárez, secretario para la promoción de los derechos humanos e incidencia en políticas públicas de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF).

En la presentación del libro ¿Trabajas y estudias? Mirada sobre el trabajo infantil –editado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)–, Sauri Sánchez destacó que “el trabajo de niñas y niños es negado, invisibilizado y tiene que ver con la idea de que no trabajan, sólo ayudan” a los adultos, por ejemplo, en los quehaceres del hogar, en los que laboran 28 mil 537 niñas de entre 12 y 14 años, frente a 15 mil 323 niños de la misma edad, tan sólo en el Distrito Federal, señaló.

La coordinadora del proyecto presentado ayer en la sede de la CDHDF e investigadora del Centro de Estudios Sociológicos de la UNAM, Dolores Muñozcano Skidmore, agregó que este problema es de tiempos remotos, pues siempre se les ha exigido (a los menores) su participación en una gran cantidad de trabajos. En la actualidad sigue el mismo fenómeno, pero en mayor proporción y diversidad de actividades, apuntó.

Por ello, Sauri Suárez destacó que el trabajo infantil no debe entenderse solamente como una problemática de la familia pobre, sino como una forma de construcción social de las familias mexicanas.

El estudio destaca que los menores, además de asistir a la escuela tienen que realizar alguna actividad laboral, en algunas ocasiones por gusto y otras por necesidad, de los cuales 29 por ciento trabaja tanto dentro como fuera de casa.

A esto se suma que al menos 26 por ciento de todos los adolescentes que trabajan en la ciudad de México están siendo altamente explotados, pues deben cumplir jornadas laborales de más de 48 horas a la semana; pero sólo poco más de la mitad percibe dos salarios mínimos por sus actividades, agregó Sauri Suárez.

El funcionario de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal señaló que se debe permitir un mayor protagonismo de las niñas y niños que estudian y trabajan en el Distrito Federal, sobre todo en el reconocimiento de sus derechos, pues los menores son visualizados como figuras pasivas, cuyo destino es la escuela y son excluidas de toda toma de decisión. Asimismo, destacó la urgencia de erradicar la trata infantil con fines laborales o sexuales; así como con el denominado trabajo formativo dentro del contexto familiar.

Muñozcano Skidmore explicó que en la actualidad se habla de la eliminación del trabajo infantil, y se cuenta con organizaciones que protegen los derechos de esta población, pero su investigación da cuenta de las labores de niños que asisten a la escuela en zonas de alta marginación, trabajan en el hogar y en diversos espacios, pero no se perciben, destacó.