Sociedad y Justicia
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La mitad de los sobrevivientes, un 20%, quedan con secuelas

Aumentan accidentes cerebro vasculares; ya es la tercera causa de muerte: Sinais
 
Periódico La Jornada
Domingo 24 de junio de 2012, p. 42

Los eventos vasculares cerebrales (EVC) representan un grave problema de salud pública; son la tercera causa de mortalidad y la primera de discapacidad entre los adultos. Lo más grave es que aunque están dentro del catálogo de enfermedades, más bien son consecuencia de otras afecciones como el colesterol elevado, la diabetes y la hipertensión arterial, las cuales son totalmente prevenibles.

Sin embargo, por la carencia de una cultura de cuidado de la salud, al año mueren más de 30 mil personas, es decir, 20 por ciento de quienes sufren el accidente cerebro vascular; y de las que logran sobrevivir, al menos la mitad queda con secuelas.

Estas pueden ser leves o severas y discapacitantes, explicó Juan Manuel Calleja Castillo, médico del servicio de urgencias del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía Manuel Velasco Suárez.

Al año se registran entre 150 mil y 200 mil accidentes cerebro-vasculares y el deceso de más de 30 mil individuos, de acuerdo con el Sistema Nacional de Información en Salud (Sinais) de la Secretaría de Salud (Ssa).

El especialista comentó que la enfermedad vascular cerebral es una alteración neurológica, la cual aparece repentinamente y con síntomas durante las 24 horas previas. Un coágulo que obstruye una arteria o vena impide la llegada de sangre y oxígeno al cerebro.

Esta falla provoca lesiones en el sistema nervioso central, las cuales se reflejan en pérdida de sensibilidad y movilidad en una o varias partes del cuerpo (rostro, extremidades), dificultad en el lenguaje e incluso en la capacidad de pensar y ver.

También mencionó que el paciente con discapacidad por este mal requiere de la atención de alguien, generalmente un familiar para proporcionarle la asistencia y el apoyo para cumplir con el tratamiento médico. Esto es relevante por el riesgo que existe de un nuevo infarto cerebral o al miocardio en los siguientes 12 meses, e incluso la posibilidad de 60 por ciento de morir en los cinco años posteriores.

Calleja Castillo destacó que los EVC están en aumento y reflejan la problemática de salud que existe en el país a causa, inicialmente, del sobrepeso y la obesidad, factores de riesgo directamente asociados con diabetes, hipertensión arterial y colesterol elevado. También incide el tabaquismo y el sedentarismo.

Todos estos males, a su vez, explican 80 por ciento de los casos de EVC y cuando los padecimientos mencionados se combinan, se incrementa seis veces el riesgo del accidente vascular.

Calleja Castillo comentó que bajo estas condiciones, los individuos mayores de 45 años están más expuestos a sufrir un EVC. En cambio, al llevar una vida sana, con ejercicio físico, hábitos alimenticios saludables (bajo consumo de grasa y sal y alto en frutas, verduras) y buen control de enfermedades metabólicas, disminuye 80 por ciento la posibilidad del EVC.

Respecto de los síntomas que eventualmente pueden advertir sobre el desarrollo de un EVC, el médico mencionó la alteración de la fuerza en un brazo, en una pierna o en ambos de un lado del cuerpo, parálisis de la cara o alteración de ésta o del lenguaje.

Puede haber visión borrosa de manera repentina o reducción de la vista en uno o ambos ojos, mareos, pérdida del equilibrio o caídas sin explicaciones, incapacidad repentina para comunicarse, ya sea por dificultad para hablar o entender, y aparición súbita de dolor de cabeza intenso sin causa conocida.

Estos signos de alarma duran unos minutos y luego desaparecen o preceden a un EVC de mayores consecuencias por lo que las primeras cuatro horas posteriores al accidente son cruciales para disminuir las secuelas o evitar la muerte del paciente.