La Paz, 19 de junio. El presidente iraní, Mahmud Ajmadineyad, quien llegó hoy a Bolivia para firmar acuerdos de cooperación con su homólogo Evo Morales, declaró que hay un mundo colonialista que está en contra de que los países se desarrollen, coincidiendo con las negociaciones en Moscú entre el Grupo 5+1 y Teherán sobre el polémico programa nuclear iraní.

El largo periodo del colonialismo es resultado de la actitud y acciones de gobiernos y estados que tienen avaricia y están en contra del desarrollo y la libertad de los demás, afirmó el mandatario iraní en La Paz junto con Morales, quien poco antes lo había recibido en el aeropuerto El Alto con todos los honores militares.

Ajmadineyad, quien realiza su tercera visita a Bolivia desde que ambos países establecieron relaciones diplomáticas en 2007, destacó en farsi el nivel de las relaciones bilaterales de dos pueblos soberanos e independientes que están en contra de quienes tienen avaricia. Agregó: La independencia, libertad y justicia han tenido muchos enemigos y los siguen teniendo.

Entre los acuerdos firmados entre las dos naciones destaca uno en el rubro antidrogas que durará cinco años, cuyo objetivo es fortalecer y desarrollar la cooperación bilateral en materia de lucha contra la producción, distribución, tráfico de drogas, abuso de éstas, estupefacientes y precursores.

Su visita a tierras bolivianas se produce en medio de las negociaciones de Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania con Irán en la capital rusa sobre el plan atómico de Teherán, donde las pláticas fracasaron, ya que hubo divergencias significativas, confirmó la jefe de la diplomacia europa, Catherine Ashton. Francia propuso endurecer las sanciones a Irán.

El Grupo 5+1 instó a Irán a reducir de forma considerable su nivel para enriquecer uranio, actualmente a 20 por ciento, pero Teherán respondió que es su derecho irrenunciable y planteó que se le reconozca la garantía de enriquecer uranio con fines pacíficos a todos los niveles.

Otros reportes de prensa señalaron que Irán habría lanzado un ultimátum: o se reconoce a Teherán el derecho al uso civil de la energía atómica y se levantan las sanciones que las grandes potencias le han impuesto o cancela las conversaciones en su configuración actual. No obstante, se acordó una nueva reunión sobre temas técnicos en Estambul para el 3 de julio.