Madrid, 19 de junio. España pagó el martes un precio récord en toda la era del euro –7.003 por ciento– para colocar deuda de corto plazo, acercándose a convertirse en el país de mayor envergadura de la eurozona en quedar fuera de los mercados de crédito.

La escalada del costo del financiamiento subraya la insuficiencia del acuerdo alcanzado este mes en el bloque para prestar a los bancos españoles hasta 100 mil millones de euros (126 mil millones de dólares).

También ilustra cómo los problemas de Europa son mucho más profundos que las dificultades de Grecia, que se salvó por poco de caer en un incumplimiento de pagos tras los resultados de las elecciones parlamentarias del domingo.

En medio de las dudas sobre su solvencia, España, la cuarta mayor economía de la Unión Europea, consiguió colocar 3 mil millones de euros en deuda a corto plazo, pero con los intereses más altos en los últimos 15 años, al dispararse en relación con los de su emisión anterior –14 de mayo–, cuando pagó 5.074 por ciento a 12 meses (frente a 2.985 por ciento) y 5.107 por ciento a 18 meses (frente a 3.302 por ciento).

Los bonos del Tesoro español a 10 años, que el lunes superaron por primera vez la barrera simbólica de 7 por ciento en el mercado secundario, seguían el martes por encima de ese nivel, considerado insostenible a largo plazo, en 7.003 por ciento. La colocación puso de relieve los pedidos cada vez mayores del gobierno por la ayuda del Banco Central Europeo (BCE), dos días antes de que Madrid intente subastar bonos con plazos de tres a cinco años.

Fue la primera cita de España con el mercado de deuda tras el anuncio –el pasado día 9– de un rescate europeo para sus bancos. Esta disparada de intereses era de esperarse, dado que los inversores (que ya dejaron atrás el problema griego, pese a que aún no esté resuelto) siguen impacientes por conocer el monto definitivo y las modalidades en que la Unión Europea deberá prestarle.

Si Madrid pide la totalidad del paquete disponible, su deuda pública aumentará inmediatamente 10 puntos porcentuales, rozando a finales de año 90 por ciento del PIB, cifra que vuelve preocupantes los actuales tipo de interés.

Mismo camino de Grecia

La nación ibérica transita por un camino peligroso que ha llevado ya a Grecia, Irlanda y Portugal –miembros de la eurozona– a pedir rescate a Europa. La pregunta es: ¿cuánto tiempo puede aguantar el país en la situación actual sin tener que pedir un rescate de su economía?, plantea un análisis de la agencia Dpa.

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, dijo el lunes que el BCE debería intervenir para combatir la presión del mercado, esencialmente –señaló–, hacer un llamado para que el banco compre de nuevo la deuda española, como hizo el año pasado. Hasta ahora, esos pedidos no han sido atendidos, en parte debido a que el BCE piensa que puede tener poca influencia duradera en la confianza del mercado, a menos de que los líderes políticos de la UE tomen decisiones firmes para reforzar la zona monetaria de 17 naciones.

Mineros siguen en pie de lucha

La localidad de Ciñera (al norte de España) volvió a ser este martes centro de enfrentamientos entre más de 200 mineros y policías antidisturbios, que han intentado en vano quitar las barricadas colocadas en una carretera.

Los incidentes de este tipo se han multiplicado en los últimos días, señal de un endurecimiento de las movilizaciones de los mineros, en huelga indefinida para protestar contra una reducción de 63 por ciento en las ayudas públicas este año. Unos enfrentamientos habían estallado el viernes pasado en este pueblo, dejando siete heridos.

Por otro lado, la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, anunció que debido a la grave crisis económica y motivados por la necesidad de ahorro, el ayuntamiento de la capital y la ciudad más endeudada del país, podría dejar de recoger la basura diariamente.