Lunes 18 de junio de 2012, p. a11
Moscú, 17 de junio. Infatigable promotora de la literatura rusa, por medio de sus siempre precisas y preciosas versiones al español, Selma Ancira presentó en esta capital su obra más reciente, Paisaje caprichoso de la literatura rusa, antología que reúne una muestra de su labor como traductora.
La velada tuvo lugar en la Casa Museo de Aleksandr Pushkin, en la calle Arbat, de Moscú, y convocó a numeroso público, que se dio cita para celebrar la publicación del nuevo libro.
Editada con el sello del Fondo de Cultura Económica, esta antología es una de las actividades que México realiza en el Festival de las Noches Blancas en Perm, proyecto de cooperación bilateral con esa región siberiana, impulsado por la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados de México y la Comisión Nacional para la Cultura y las Artes.
El libro recoge, en sus 331 páginas, una muestra comprehensiva de las preferencias literarias de Ancira –Marina Tsvetayeva, como no podía ser de otro modo, por partida doble–, vertidas al español con maestría y cariño.
Sentir los textos
Selma dijo a La Jornada que nunca traduce por encargo: tiene que sentir en lo más hondo los textos que se propone trasladar a nuestro idioma, como si fueran propios –respetando el estilo y el sentido del autor– y rechaza ofrecer una simple búsqueda de equivalencias que nada dicen.
Ancira ha escogido textos, cuentos y ensayos, cuyo hilo conductor es el sentido mismo de narrar y poetizar el mundo. Las reflexiones abordan de manera explícita el tema y las ficciones en forma metafórica
, escribe Juan Villoro en el prólogo.
En las páginas de Paisaje caprichoso… el lector se encontrará con una equilibrada selección de la prosa de Aleksandr Pushkin, Liev Tolstoi, Nikolai Gogol, Fiodor Dostoyevski, Anton Chejov, Mijail Bulgakov, Marina Tsvetayeva, Ivan Goncharov y Nikolai Strajov.
La segunda parte incluye reflexiones sobre la poesía, los lectores, el alma del escritor a cargo de Boris Pasternak, Aleksandr Blok, Nikolai Gumiliov, Osip Mandelstam y, de nuevo, Marina Tsevetayeva.
De las muchas historias que componen el cuerpo de mi obra, he elegido, guiada por la técnica del claroscuro, estas que se contemplan, se entretejen y conversan entre sí
, explica Ancira.