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Pronostican que el abstencionismo aumente tras la primera vuelta de la semana pasada

Se prevé mayoría para la izquierda en las legislativas de hoy en Francia

Aún se duda si el partido socialista alcanzará los 289 escaños para tener el control total

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La candidata socialista Ségolène Royal saluda a simpatizantes previo a las elecciones de este domingo en FranciaFoto Reuters
Especial para La Jornada
Periódico La Jornada
Domingo 17 de junio de 2012, p. 24

Burdeos, 16 de junio. Los siete días entre las dos vueltas de la contienda electoral en Francia han sido bastante agitados. La telenovela Dallas, que regresará a las pantallas francesas el próximo jueves, parece haberse adelantado. Poder, amor y celos…

El tuit de apoyo de Valérie Trierweiller, compañera del recién electo François Hollande, a Olivier Farloni, candidato disidente socialista de La Rochelle, que enfrenta a la socialista Ségolène Royal, ex de François Hollande y madre de sus cuatro hijos, ha provocado un revuelo mayor en el mundo político y sigue comentándose en el país.

El pasado 10 de junio, Ségolène Royal llegó en primera posición con 32.03 por ciento de los votos, seguida por Olivier Falorni con 28.91 por ciento. En el tercer lugar, Sally Chadjaa, de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), consiguió 19.47 por ciento de los sufragios, pero no los 12.5 puntos porcentuales de los inscritos necesarios para mantenerse en la segunda vuelta. Así que hoy se enfrentan socialista contra socialista y se sabe que las consecuencias de ese duelo fratricida irán mucho más allá de la pugna para un escaño en el Parlamento.

En el puerto de La Rochelle, alcaldía de izquierda que agrupa a socialistas, radicales de izquierda, ecologistas y comunistas, cómo pensar, gane o no gane, que Falorni pueda seguir en su cargo de concejal encargado de las finanzas de la ciudad al lado del alcalde, principal apoyo de Ségolène Royal, y de otro concejal, suplente de la misma. Sobre todo recibiendo el masivo apoyo de la derecha cuyo objetivo es derrotar a una mujer, no sólo socialista, sino también ex candidata presidencial en el 2007, que anhela llegar a la presidencia de la Asamblea Nacional.

Parece sin embargo que el tuit de una mujer celosa no tendrá un real impacto en el resultado de una circunscripción, conflictiva desde el inicio de la campaña. Como no lo tuvo la actitud de Cecilia Sarkozy, en el año 2007, que no votó en la segunda vuelta para su marido, se fue con su amante y futuro esposo, pero regresó a casa hasta la toma de posesión. Y tampoco, en el de 1988, la mujer e hija escondidas de François Mitterrand. O la afirmación de Jacques Chirac que votaría por Hollande y no por Sarkozy, de su mismo partido…

Más preocupante es el clima de violencia verbal y hasta física entre candidatos y partidarios. Muy significativa fue la reacción, esta semana, Nadine Morano, ex ministra de Nicolas Sarkozy, que cayó en la trampa de un imitador. El humorista la llamó a su celular, haciéndose pasar por el numero dos del Frente Nacional (extrema derecha), Louis Aliot, compañero de Marine Le Pen. Me parece que Marine Le Pen tiene mucho talento, le dijo Nadine Morano, y comentó que los socialistas van a llevar Francia a la chingada como nunca... Nos van a imponer el derecho de voto para los extranjeros… No quiero que este país se vuelva el Líbano…”

La tentación del apoyo a la extrema derecha, de parte de la UMP, va a ser la clave de las elecciones. El buro político del partido decidió, la semana pasada, no apoyar al Frente Nacional pero tampoco al republicano.

Algunos candidatos, no obstante las consignas, se han retirado para favorecer a la extrema derecha y derrotar al partido socialista.

Hoy se espera una mayoría amplia para la izquierda francesa –y una abstención más alta que en la primera vuelta–. Lo que no se conocerá hasta la noche del domingo es si el partido socialista, que podría obtener entre 284 y 313 escaños, alcanzará la mayoría absoluta de 289 o si tendrá que acudir a las otras componentes de la izquierda. Tampoco se sabe si los ecologistas, por una parte, y el Frente de izquierda, por otra, tendrán suficientes diputados (15) para conseguir un grupo en la Asamblea o si tendrán que unirse como lo hicieron en la anterior legislatura.

Otro aspecto que aún se desconoce es si entrará el Frente nacional a la cámara de diputados. Desde que, en 1997, el socialista Lionel Jospin hizo adoptar un nuevo calendario electoral, las legislativas se dan después de la elección presidencial, como un tour d’honneur, para darle una mayoría fuerte al nuevo mandatario. Los diputados se reunirán en el transcurso de julio próximo, después de la mesa de trabajo con los sindicatos, para adoptar una serie de leyes destinadas, unas a cumplir las promesas electorales, otras a enfrentar la crisis económica europea.

El gobierno ya no podrá esperar más y tendrá que enfrentarse a la realidad nacional, a la baja del poder adquisitivo y, antes que todo, al problema del desempleo. Si no atiende esas emergencias, corre el riesgo de ver desencadenarse una movilización fuerte a finales del verano.

Ayer, se acabó la inmunidad presidencial de Nicolas Sarkozy. Probablemente, recibirá en los próximos días una convocatoria del juez para explicarse sobre el caso Liliane Bettencourt –la primera fortuna francesa– y el posible financiamiento oculto de su campaña electoral en el año 2007.

Mañana, mientras tambalean las revoluciones árabes y votan los griegos, en México empieza el G-20. El presidente Hollande estará presente en Los Cabos, en Baja California, y sabrá ya hasta dónde tiene las manos libres para llevar a cabo su política económica.