Dirigentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) afirmaron que a diferencia de la propuesta presentada por los maestros de base para realizar un debate público sobre el rumbo de la educación en el país, Elba Esther Gordillo Morales, presidenta del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) preparó una encerrona con sus incondicionales para hacer nuevamente de la educación un botín político.

Luego que se diera a conocer que reunidos bajo estrictas medidas de seguridad, en un hotel de lujo en Puerto Nuevo, Baja California, la cúpula del gremio magisterial convocó al quinto Congreso Nacional de Educación, donde se definirá las demandas educativas del SNTE para el próximo gobierno, líderes disidentes de Michoacán, estado de México y Distrito Federal, afirmaron que para el grupo elbista, la formación de millones de niños es sólo una moneda de cambio.

Pedro Ramírez Vázquez, quien encabeza al magisterio disidente en la sección 36 del estado de México, afirmó que es indignante que la dirigencia sindical pretenda secuestrar una discusión pedagógica sobre el futuro del sistema educativo nacional, pues en realidad, aseguró, es la elaboración de un nuevo pacto político y de chantaje contra quien resulte ganador en las elecciones del primero de julio.

En tanto, Francisco Bravo, secretario general de los profesores disidentes de la sección 9 del Distrito Federal, explicó que se trata de una reunión excluyente, donde nunca se ha dado voz ni participación al magisterio de base, porque sólo se permite que acudan quienes son incondicionales de Gordillo, quien usa los temas educativos como moneda de cambio. Es un punto de partida en la negociación con que la cúpula elbista busca presionar a quien sea electo como presidente de la República.

Pretenden legitimar un pacto político, no educativo

Al respecto, Jorge Cázares, secretario general disidente de la sección 18 de Michoacán, explicó que “con la asistencia de 400 congresistas, todos afines a Gordillo, se pretende legitimar un pacto no educativo, sino político, que la CNTE rechaza, porque representa un acto desesperado de quien se ostenta como presidenta vitalicia del SNTE para venderse como una pieza indispensable en el entramado político.

En la coordinadora, afirmó, no nos extrañaría que de ese congreso emanen nuevos acuerdos como la Alianza por la Calidad de la Educación, para seguir profundizando el desmantelamiento del sistema educativo público.

En tanto, la Secretaria de Educación Pública informó que tras la destrucción en Guerrero de la papelería para la Evaluación Nacional de Logro Académico en Centros Escolares (Enlace) ante la falta de un acuerdo para solucionar demandas del magisterio disidente, son las autoridades educativas de la entidad a quien corresponde presentar las denuncias de estos hechos ante la PGR.