La Comisión Nacional del Agua (Conagua) advirtió ayer que la vocación de la presa Valle de Bravo es almacenar agua potable, aunque están permitidas las actividades acuáticas y turísticas. El embalse fue cerrado por razones de salud pública, señaló.

La suspensión de actividades recreativas busca proteger la salud de la población mientras se erradican las algas tóxicas que han proliferado en semanas recientes.

En conferencia de prensa, el titular de la Conagua, José Luis Luege Tamargo, explicó que propuso la suspensión de las actividades acuáticas en la presa de Valle de Bravo en coordinación con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, y con autoridades estatales y municipales,

Aunque no se ha reportado toxicidad del agua a causa de las algas que se encuentran en la presa, se tomaron medidas preventivas para evitar daños a la salud, explicó Felipe Arreguín, subdirector general técnico de la Conagua. Agregó que se aplica tratamiento al agua para controlar las algas.

Luege Tamargo indicó que debido a la sequía y la escasez de lluvias en este año los niveles de las presas han disminuido, pero ello no pone en riesgo el abasto ni la calidad del agua.

Las siete presas del sistema Cutzamala, que abastecen a 5.5 millones de personas de la zona metropolitana del valle de México, están a menos de 50 por ciento de su capacidad.

Explicó que los bajos niveles de los embalses y las altas temperaturas provocaron la presencia de algas. Cuando éstas disminuyan a niveles permitidos por la Organización Mundial de la Salud, se reabrirá el embalse para todas las actividades.