El Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad pidió a la Procuraduría General de Justicia de Veracruz no descalificar el testimonio de José Carlos Castro Gurrola, quien denunció la desaparición de su esposa, de sus dos hijas y su empleada doméstica.

El pasado 4 de junio, la procuraduría estatal publicó un desplegado en este diario en respuesta a un artículo de Adolfo Gilly, que registró la participación de Castro Gurrola en los diálogos por la paz con los candidatos presidenciales en el Castillo de Chapultepec, reclamando el esclarecimiento de la desaparición forzada de su familia, ocurrida el 6 de enero de 2011.

Gilly retomó la intervención de Castro Gurrola en el diálogo con el abanderado presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto, donde dijo que Josefina Campillo, su esposa, y sus hijas Johana Monserrat y Karla Verónica, junto con su empleada Araceli Utrera fueron secuestradas de su domicilio.

En respuesta, el procurador Felipe Amadeo Flores Espinosa enunció la declaración de la señora María Carreto, madre de Josefina Campillo, quien advirtió a su hija que abandonaran su casa pues corría peligro, y “el día de los hechos también desaparecieron voluntariamente –según declaraciones de Castro Gurrola– sus cuñados Mario e Inés Campillo”.

El procurador aseguró que Mario Campillo habría tenido relación con personas vinculadas a la delincuencia organizada, ya que administraba algunos ranchos propiedad de un supuesto líder de un grupo delictivo en la zona.

En su réplica, hecha llegar a este diario, el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad desaprueba las aseveraciones realizadas en dicho comunicado, debido a que ejerce una acción de revictimización de José Carlos Castro... el desplegado busca poner en duda la veracidad de su denuncia, criminalizando a su familia, al pretender vincular el caso mediante una supuesta relación no comprobada con grupos de la delincuencia organizada.

El texto advierte que con ello se expone irresponsablemente a la opinión pública información que, al ser ministerial, tendría que ser conservada por ley con sigilo, exponiendo la integridad física de las personas desaparecidas, así como la del denunciante.

Considera que con ello la procuraduría de Veracruz incurrió en una agresión al dolor de las víctimas, y solicitó a Flores Espinosa no descalificar el testimonio y el derecho a denunciar, acelerar las acciones que permitan encontrar a los familiares y afirmó que hace responsable al procurador de cualquier situación de peligro para Castro Gurrola o cualquier integrante de su familia.