Jueves 14 de junio de 2012, p. 2
París, 13 de junio. Matar murciélagos vampiros como medida para luchar contra la propagación de la rabia, enfermedad muy frecuente en Sudamérica, no reduce el riesgo de exposición al virus y puede ser contraproducente, señala un estudio realizado en Perú, publicado este miércoles.
La rabia es un problema grave en varios países de América del Sur, donde además de ser un peligro para el hombre también provoca la muerte de miles de cabezas de ganado cada año.
La mayoría de infecciones humanas de rabia se atribuyen a los murciélagos vampiros, especie que se alimenta de sangre.
Desde los años 70 los esfuerzos por controlar la propagación de la rabia en Perú ponen énfasis sobre la destrucción de murciélagos vampiros, sobre todo envenenándolos, partiendo de la hipótesis de que una reducción suficiente del tamaño de las colonias llevará a la desaparición del virus.
Cuestionan hipótesis
Sin embargo, ahora un equipo de investigadores estadunidenses y peruanos, dirigido por Daniel Streicker, Escuela Odum de Ecología (parte de la Universidad de Georgia en Athens, Estados Unidos), cuestiona esa hipótesis en un estudio publicado en la revista Proceedings de la Sociedad Real británica.
Los investigadores tomaron de manera regular muestras de sangre de murciélagos vampiros en 20 lugares de Perú durante 40 meses y también recogieron datos sobre el tamaño de las colonias (de entre 16 y 444 individuos) y sobre la frecuencia de las actividades de destrucción.
Descubrieron que el virus estaba presente en todas las colonias, independientemente del tamaño. Esto es importante, porque si no existe relación entre la densidad de la población de murciélagos y la rabia, reducir la población de los quirópteros no disminuirá la transmisión de la rabia en estas poblaciones
, explicó Streicker.