El rector de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Enrique Fernández Fassnacht, aseguró que frente a los viejos y nuevos desafíos que enfrentan las universidades públicas de América Latina, en muchas ocasiones nos aferramos a inercias que son ya un lastre para una necesaria y urgente transformación, por lo que exhortó a iniciar un debate regional sobre lo que somos y queremos ser como universidades públicas.

Al inaugurar el foro Las universidades públicas en América Latina: el debate necesario, también llamó a no ignorar a los jóvenes en la construcción de un futuro.

Los hechos nos demuestran que hoy, en México, muchos jóvenes estudiantes universitarios, tanto de instituciones públicas como privadas, tienen el potencial de las generaciones dinámicas, propositivas y audaces. No los ignoremos. La expresión pública de los estudiantes universitarios es, sin duda, un aliciente para que en las instituciones de educación superior mantengamos como valores irrenunciables la crítica, el debate y la reflexión constante sobre nuestro deber en la sociedad.

En el encuentro –que se realiza del 12 al 15 de junio en el auditiorio Francisco Javier Mina, de la UAM-Xochimilco, y en el que participan especialistas e investigadores en temas como educación superior, cambio tecnológico en las universidades, compromiso social de las instituciones de educación superior, internacionalización y financiamiento; universidad pública, juventud y futuro– se incluirá el debate de problemas centrales para la consolidación de este nivel educativo en la región.

En la inauguración del encuentro, a la que asistió José Ángel Pescador Osuna, ex secretario de Educación Pública, Fernández Fassnacht, destacó que en México 45 por ciento de los 3.2 millones de jóvenes matriculados actualmente en el diversificado sistema de educación superior es atendido por las universidades públicas estatales y federales.

Por ello, afirmó que para actuar en libertad y con responsabilidad, las universidades públicas deben contar con garantías de estabilidad, con la finalidad de planear sus acciones y objetivos, entre ellas la aprobación de presupuestos multianuales, una política de Estado en materia de financiamiento y nuevas definiciones de la autonomía universitaria, todo ello para garantizar estabilidad, certidumbre y planeación de largo plazo.