oncluyó el quinto mes del año, y la economía mexicana ni fu ni fa, aunque más fa que fu. Cacareado un crecimiento de 4.6 por ciento en el primer trimestre de 2012 (comparado con igual lapso de 2011), la virtuosa economía (anémica, como la califica la ONU) sigue sin generar empleo ni beneficios a los habitantes de esta tierra, en espera de mayores efectos negativos por la crisis europea, que también lo es de Estados Unidos.

Los resultados de los indicadores más recientes se encuentran en línea con la desaceleración de la actividad económica mundial. Como lo advierte el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados, en el caso de México los principales sectores industriales, la construcción y la manufactura, mostraron una tendencia a la baja en mayo, con una caída en la confianza del productor y expectativas desfavorables de los empresarios en torno al sector manufacturero; lo anterior a pesar de que en el mes de abril se otorgó mayor crédito a estos sectores. No obstante, las expectativas del sector privado para el crecimiento de la economía para 2012 se ajustaron de manera marginal al alza, al estimar un incremento de 3.72 por ciento, con un ligero descenso en la inflación, para ubicarla en 3.65 por ciento para el mismo año.

El proceso electoral concentra toda la atención, pero es necesario estar al tanto de lo que acontece en otras partes, porque en eso del deterioro económico no hay pausas. Como señala el CEFP, con base en la Encuesta Mensual de Opinión Empresarial que levanta el Inegi (la cual genera indicadores que permiten establecer la situación y expectativas del sector manufacturero), en mayo el indicador agregado de tendencia se ubicó en 54.8 puntos, lo que significó una caída de 1.27 puntos en relación con igual mes de 2011, cuando registró 56.07 puntos. Respecto de los componentes que integran a este indicador, en comparación mensual y con cifras desestacionalizadas, las expectativas de los empresarios respecto de las de abril fueron desfavorables en los indicadores relativos a producción (-5.22 puntos), utilización de planta y equipo (-0.09 puntos), demanda nacional de sus productos (-5.33 puntos), exportaciones (-1.03 puntos) y las de inversión en planta y equipo (-1.44 puntos). En contraste, las expectativas sobre el personal ocupado y las de inventarios de productos terminados aumentaron 0.16 y 0.06 puntos, respectivamente.

Por otra parte, el indicador de pedidos manufactureros registró 53.57 puntos en el mes de análisis, inferior en 0.27 puntos porcentuales a la de mayo de 2011, y, en cifras desestacionalizadas, cayó en 2.31 puntos respecto del mes previo. Sin efectos estacionales, los componentes que resultaron positivos fueron el del nivel esperado del personal ocupado con 0.12 puntos y el de oportunidad en la entrega de insumos por parte de los proveedores, que reportó un crecimiento de 0.10 puntos respecto del mes anterior. Sin embargo, el resto de los componentes mostraron una tendencia negativa al reportar decrementos en lo que respecta el volumen esperado de pedidos (-3.45 puntos), al volumen esperado de la producción (-2.79 puntos), y a los inventarios de insumos (-0.71 puntos).

El indicador de confianza del productor se situó en mayo en 53.89 puntos, cifra que refleja una disminución de 3.1 puntos en relación con el mismo mes de 2011 y 0.86 puntos menos respecto del mes inmediato anterior, con cifras desestacionalizadas. En relación con sus componentes, los resultados fueron desfavorables, ya que el que indica si es momento adecuado para invertir disminuyó 1.07 puntos, el que hace referencia a la situación económica presente de la empresa permaneció sin cambio, el que mide la situación económica futura de la empresa decreció 0.52 puntos, el que capta la apreciación sobre la situación económica presente del país se redujo 1.43 puntos, según cifras desestacionalizadas, y el indicador que hace mención a la situación económica futura del país disminuyó 0.18 puntos respecto del mes precedente.

Con base en lo anterior, apunta el CEFP, se puede percibir que el sector manufacturero mexicano podría mostrar debilidad en su crecimiento en los próximos meses, ya que los tres indicadores sobre la percepción del sector se encuentran a la baja, por lo que se podría esperar que la actitud empresarial continúe cautelosa, como ha sucedido desde el inicio del año, y que se reduzca la dinámica del sector, lo cual contrastaría con el mejor desempeño que tuvo durante el primer trimestre del año.

A pesar de ello, en la Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado de mayo de 2012, levantada por el Banco de México, se prevé que el crecimiento económico nacional para 2012 sea de 3.72 por ciento, mayor en 0.06 puntos porcentuales a la que se esperaba en abril pasado. Para 2013, pronostica un incremento real del PIB de 3.5 por ciento, estimación igual a lo que se anticipaba en abril. Así, la expectativa es que la economía mexicana no crezca más allá de lo que se observó en 2010 (5.53) y en 2011 (3.91).

En lo que toca al nivel de empleo formal, para el cierre de 2012 ahora se espera un incremento anual de 622 mil trabajadores asegurados al IMSS, apenas mayor en 26 mil personas a lo que se preveía en la encuesta de abril. Pese a esta mejora, el monto no supera la estimación máxima de 655 mil asegurados hecha en la encuesta de enero de 2011. En la encuesta de mayo de 2012 también se pronostica un aumento anual de 572 mil empleados en el IMSS para 2013, sólo 16 mil puestos adicionales respecto de la encuesta anterior.

Asimismo, en la encuesta se contrajo la expectativa sobre el nivel inflacionario. Para 2012, se anticipa sea de 3.65 por ciento, inferior en 0.03 puntos porcentuales a la de la encuesta anterior. Para 2013, esperan sea de la misma magnitud (3.65), aunque menor en 0.05 puntos porcentuales a lo que se preveía en la encuesta de abril. No se aprecia que esta expectativa inflacionaria tenga una tendencia a la baja más allá del objetivo de inflación establecido por el Banco de México (2-4 por ciento). El sector privado considera que los principales factores que podrían limitar el ritmo de la actividad económica durante los próximos meses, por orden de importancia, son: debilidad del mercado externo y de la economía mundial, inestabilidad financiera internacional, problemas de inseguridad pública, ausencia de cambios estructurales en México e incertidumbre cambiaria.

Las rebanadas del pastel

A Televisa se le hace bolas el engrudo, y a Carlos Loret de Mola un nudo en las terminaciones corpóreas. La bola de nieve crece velozmente, y en la fábrica de sueños ya no saben cómo mantener en el clóset las perversa relación con el novio de Barbie.

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