Hijo del ex gobernador de Yucatán, en el ámbito desde los 14 años
Quiero seguir la carrera de mi padre
, dice el candidato al Senado
Sábado 9 de junio de 2012, p. 33
Mérida, Yuc. 8 de junio. A Felipe Cervera Hernández no le ofende que algunos lo califiquen de júnior; a mis 36 años, casado, dos hijos y ya sin mucho cabello me hace sentir joven. Quienes me aplican ese mote lo hacen en forma despectiva, y porque no me conocen. Me consta que muchas veces a quienes nos catalogan así somos gente a la que no le han regalado nada, y a diferencia de lo que creo que es un júnior, alguien que no hace nada, yo hago política desde muy joven y he dado resultados al partido
.
El hijo menor –de cuatro– del ya fallecido Víctor Cervera Pacheco, dos veces gobernador de Yucatán –interino (1984-1988) y electo constitucionalmente (1995 a 2001)– y representante del político de viejo cuño, es candidato al Senado en la fórmula que encabeza la ex alcaldesa de Mérida, Angélica Araujo Lara.
Cervera está obligado a ganar si quiere llegar al Senado.
Su incursión en la política, platica, es algo natural. Hay muchos médicos, ingenieros, arquitectos, cuyos hijos desean seguir los pasos de sus papás. Qué hay de malo que yo haya querido seguir la carrera de mi padre; la política
. Fue dirigente estatal del PRI en 2006 y la gubernatura estaba en manos del panista Patricio Patrón Laviada, y casi todo el estado era azul; antes secretario de organización y secretario general del tricolor, diputado federal y local, dice que ha pasado por muchas posiciones en su partido y no ha sido ni por herencia ni por escalafón.
Felipe Cervera, pese a toda su estirpe priísta, tiene relación familiar con un clan panista influyente, el del ex mandatario estatal Patricio Patrón (2001-2007), ya que su hermana mayor, Amira Cervera, está casada con Antonio Patrón Laviada.
A los 14 años empezó en la política estudiantil. Ser hijo de Víctor Cervera fue un picaporte muy importante, positivo, como el del hijo del médico que quiere seguir la carrera del padre y tiene una vida conviviendo con médicos, o el de un abogado que desde niño escucha en su casa de asuntos legales y conoce la vida de los juzgados
. Su madre, Amira Hernández Guerra, fue magistrada del Poder Judicial estatal más de 30 años.
Pilo Cervera, como también se le conoce, licenciado en derecho por la Universidad Autónoma de Yucatán, no tiene el perfil de un júnior. No soy joven ni estatutariamente dentro del PRI. Para mí la política es cosa seria porque estamos hablando de la alimentación, la medicina, la educación, del día a día de la población
. Y, además, la frivolidad no es privativa de los jóvenes o de los políticos de algún partido: “Nada más hay que ver a (Vicente) Fox cuando llegó con sus botas de charol a un encuentro con los reyes de España, ¿recuerdan el ruido mediático? Los medios se ocuparon de esa frivolidad más que de cualquier cosa, de su matrimonio. Después están los alcaldes de los que la gente recuerda porque andaban en motocicleta filmando películas con Lola La Trailera. El problema es que al frivolizar la política hemos contribuido no sólo los partidos o los políticos.”
Crítico del PRI
Es dirigente estatal de la Confederación Nacional Campesina desde 2009.
–¿Todavía existen los sectores del PRI? –se le pregunta.
Plantea que ya no tienen el carácter corporativo del pasado, es más fácil concebir a un niño que revivir a un muerto
, pero, por eso mismo, sus reuniones cenecistas son para discutir y buscar soluciones para el sector agropecuario y no para hablar del PRI. Por quién votan los agremiados después de las reuniones es asunto de ellos, él, por supuesto, espera que sea por el tricolor. El problema, apunta, “fue que nos convertimos en un órgano político y dejamos de ser gestores, se corporativizó, pero hoy más que nunca la ‘borregada’ es una forma política que va en retirada.
Los sectores del PRI están desdibujados desde el punto de vista político. Hay que volver a trabajar en la representación social pero hacerlo de otra forma, primero era el trabajo de organización, de gestión y después venían los votos. Se nos olvidó cómo era que se generaban los votos... y creímos que nos iban a seguir llegando por inercia.
No va a detener su trabajo político por ser hijo de Víctor Cervera. Recuerda que lo decidió siendo diputado local, a los 30 años: iba al Congreso en un Chevy. Empezaron a criticarlo porque “decían que emulaba a (Andrés Manuel) López Obrador, que cuando menos él andaba en Tsuru. Yo lo hacía porque era un vehículo que me servía bien para moverme en la ciudad. Pero estoy seguro que si hubiera andado en una camionetota, con chofer, también hubiera recibido críticas.
–¿Quiere ser gobernador?
–No ando con rodeos. Claro que aspiro a ser gobernador de mi estado como cualquier político. Pero hay dos condiciones básicas: es una aspiración no una obsesión, y la otra es que en política todo es tiempo y circunstancia.