Se instalarán 660 contenedores en los póximos seis meses
Viernes 8 de junio de 2012, p. 47
Por falta de un sistema de recolección y destrucción, los medicamentos caducos representan un riesgo para la salud por la posibilidad de ser vendidos en el mercado informal o convertirse en fuente de contaminación, advirtió Jorge Lanzagorta, director del Sistema Nacional de Gestión de Residuos de Envases de Medicamentos (Singrem).
A iniciativa financiada por la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma) se creó un programa que inició en 2010 y a la fecha cuenta con 813 contenedores distribuidos en 37 localidades de nueve estados de la República. Se han colectado 49 toneladas de medicinas, indicó ayer al anunciar la ampliación de la estrategia al Distrito Federal.
Lanzagorta comentó que el plan de manejo de medicamentos caducos prevé la instalación de 660 contenedores que captarán entre 20 y 25 toneladas de productos farmacéuticos en los próximos seis meses. Además, antes de que termine el año se habrán colocado 2 mil 250 gabinetes a escala nacional.
En conferencia de prensa, comentó que los recipientes son entregados a un sistema térmico de destrucción de residuos mediante una nueva red construida por el Singrem en acuerdo con el Gobierno del Distrito Federal.
Resaltó que está en el interés de la industria evitar que los medicamentos que ya no se usan terminen en el mercado ilegal, en el drenaje o en rellenos sanitarios, donde pueden producir problemas de salud, así como reacciones químicas complejas e impactos negativos al ambiente.
Rogelio González García, gerente de Operaciones de Singrem, explicó que los contenedores o gabinetes de plástico o polipropileno se encuentran en farmacias y algunos centros de salud. Dentro llevan bolsas de plástico de alta densidad, las cuales serán retiradas del lugar, por personal especializado, aproximadamente una vez cada mes.
La Ley General para la Gestión Integral de Residuos determina los mecanismos para la separación y manejo de los medicamentos vencidos y sus envases, así como que se les considere residuos peligrosos sujetos a un tratamiento especial.
Pareciera que no hay ningún riesgo en tirar a la basura o al drenaje medicamentos que ya no sirven, pero estamos creando un coctel con mecanismos de reacción de difícil control
, advirtió.
Lanzagorta mencionó que con los contenedores existentes y los que se instalarán en este año, el programa llegará a 35 millones de personas. La meta es cubrir 68 millones para 2015.