El Instituto Federal Electoral (IFE) demandó respeto a los veredictos emanados de las urnas, porque sólo el número de sufragios obtenidos limpiamente determinará ganadores y perdedores.

En medio de un debate acerca de los elementos que podrían derivar en fraude en la jornada del primero de julio, los consejeros en pleno subrayaron que la imparcialidad y certeza están garantizadas.

Resaltaron que la confianza en la elección se funda en la participación masiva de los ciudadanos, así como de los representantes de los partidos políticos en cada etapa del proceso electoral en marcha.

Esta será la primera elección presidencial que permitirá, sin excusas, el recuento de voto por voto, casilla por casilla, acta por acta, distrito por distrito, en todo el territorio nacional, expresó el consejero presidente del IFE, Leonardo Valdés Zurita, flanqueado por sus homólogos y el secretario ejecutivo del organismo.

Subrayó que también será esta la primera contienda en la que la autoridad electoral pondrá a disposición de todos los ciudadanos y partidos las actas (digitalizadas) de todas las casillas instaladas, por lo que, agregó, el IFE ayudará a los partidos a contar con las copias en Internet de las actas de cómputo distrital.

Operación tamal

Desde la tarde, durante la sesión del Consejo General del IFE, el tema del fraude fue mencionado por el senador perredista Pablo Gómez, quien señaló que en México la competencia por el poder es todavía sucia, por lo cual no se puede hablar de condiciones de pulcritud total.

“Este país no es Suiza, no es Islandia (…) ¿En qué país creen que viven? Este no es un país idílico”, insistió.

Mientras los representantes de partidos–particularmente el PRI– manifestaron su respeto y respaldo al instituto, el senador alertó que no es suficiente con echarle flores al cumplimiento de los instructivos de organización electoral.

La realidad, añadió, es que continúa la coacción del voto; la compra de representantes de partidos; la alternación de la voluntad de ciudadana a través de prácticas como la operación tamal (que incluye el acarreo de votantes a las casillas) y, en general, un sistema creado sobre la base de la desconfianza.

“El IFE sí debe preocuparse por la operación tamal, aunque no sea Ministerio Público”, advirtió Gómez.

“En el horizonte del IFE no está el fraude, pues nunca ha estado (…) El fraude ha estado en las casillas, no en el horizonte de nadie”, expresó.

Gómez Álvarez también respondió al PRI cuando subrayó que este partido ahora ofrece respeto, pero antes, con una actitud necia y terca, llevó a la crisis al Consejo General del IFE al tratar de expulsar consejeros.

En ningún momento –ni en la sesión del consejo y, por la noche, en el mensaje leído por Valdés Zurita– hubo algún señalamiento explícito a las declaraciones del candidato presidencial de izquierda, Andrés Manuel López Obrador, quien en la víspera expresó ante intelectuales: Si se hace fraude, ¿cómo se va a aceptar?

Algunos de los nueve consejeros argumentaron que es la participación ciudadana la base de la confianza en el proceso.

Así, Alfredo Figueroa dijo que el IFE no tiene enemigos, mientras Marco Antonio Baños subrayó que el instituto no designa a los representantes de partidos políticos.

La consejera María Marván dijo que es también preocupación del IFE la falta de lealtad democrática de algunos actores.

Después de una reunión privada de dos horas, los consejeros manifestaron ante la prensa que están dispuestos a participar en un “diálogo serio, franco, fundado, con todos los partidos políticos sobre cualquier materia que sea de su preocupación.

Lo que ofrecemos es apertura y demandamos respeto a todos los veredictos emanados de las urnas. Las elecciones limpias son una obligación constitucional, agregó.

Los consejeros hicieron un amplio recuento de todos los mecanismos de seguridad, vigilancia y transparencia, con base en la cual, afirmaron, la imparcialidad está garantizada.

Y si a pesar de todos estos mecanismos aún existen dudas o inconformidad, los partidos tienen el derecho de acudir al tribunal electoral.

Las casillas, casi listas

En el informe sobre capacitación, tema ubicado por los consejeros como una meta impresionante, se dijo que hasta el momento prácticamente tenemos integradas cien por ciento de las mesas, en una meta de 143 mil 156 casillas.

Si bien se ubicó a 99.8 por ciento de las personas sorteados con el fin de ser funcionarias de casillas, para la etapa siguiente se reportó el rechazo de 11.7 por ciento de los ciudadanos a participar con esa representación.

La principal causa de rechazo fue por no obtener permiso para ausentarse del trabajo, en un rango de 42.26 por ciento, esto es, más del doble de lo que se reportó por este motivo en la elección de 2009.

El consejero Alfredo Figueroa precisó en la segunda etapa de capacitación se tiene hasta el momento un nivel de 14 por ciento de sustituciones, esto es, aquellos ciudadanos que están desistiendo de contar los votos el primero de julio. Se espera que este nivel suba conforme pasan los días. En 2009 este indicador se ubicó en 23 por ciento.