l revival del punkrock de la primera década de los dosmiles nos dejó un tanto hastiados. El mal llamado indie como género, medianamente esbozado por un sonido con menos distorsión, iluminado por instrumentos acústicos y ensambles semi-orquestales, se apoderó del gusto de los más jóvenes en la transición entre décadas, eludiendo los estereotipos rocanpunketos, idealizando lo naïve, lo espontáneo, lo casero, lo nerd. Sobre esa ola sonora y anímica, en México se ubicaron sobre todo chicas cantautoras como Natalia Lafourcade, Carla Morrison, Andrea Balency (hasta Julieta Venegas dio un giro hacia ese tipo de ensambles). Con perfiles similares, por el lado de los chicos hubo atisbos soñadores con Porter y recientemente con deliciosas bandas mixtas, como Antoine Reverb, Hello Seahorse!, Suave as Hell, Plastics Revolution, Bam Bam, entre otros, con un poco más de rock y psicodelia. De la misma camada, empezó a brillar un chico solista que no se dice solista, aunque en realidad sí lo sea: el capitalino Juan Manuel Torreblanca, al frente de su agrupación Torreblanca.

Autor de todos sus temas, ya sea a bordo del teclado o del acordeón, y con una voz directa, muy suya, Torreblanca no teme estar del lado de la dulzura, aunque también de los sentimientos retorcidos, la angustia existencial, los equívocos pasionales. Su música podría parecer cursi, pero al oírla con atención, prefigura angustia y ansiedad. Con una formación nada amateur, la academia se le nota en el dominio armónico, en los riffs pianísticos ajenos al pop comercial. Mas no por ello suena pedante sino natural, sensible, sin dejar de ser acelerado, urgente, en sus líneas vocales, amén de sus intrigantes letras, más creadoras de sensaciones que de narraciones concretas, con todo y que cada una defina una situación específica.

Formada la banda Torreblanca en 2007, integrada de forma variante por músicos que ejecutan piano, bajo, metales (flauta, saxofón, clarinete, flauta transversa), batería y acordeón (no, no hay guitarras), ha editado un EP (Defensa, 2010) y el LP Bella época (2011), producido por Quique Rangel (Café Tacvba). El primero incluye dos temas que lo hicieron figurar: Defensa y la magnífica Parece Navidad. Pero es en su disco entero que planta mejor su personalidad y se coloca de forma más firme como uno de los favoritos de su generación, en cuanto a pop independiente local.

Carismático, alegre, sencillo, afín a los videos de bella manufactura ( bit.ly/yPbPZs, bit.ly/dWkhoa), acorde con los engañosamente lentos tiempos del hazlo tú mismo, y habiendo aguardado a que Bella época se esparciera aun más, Torreblanca presentará de forma oficial este bello disco, el próximo jueves. Promete ser una noche encantadora, con el corazón frágil que suele portar Juan Manuel al frente, a ser dejado en el escenario.

Jueves 14: Torreblanca en vivo. Banda invitada: Timber Timbre. Lunario del Auditorio Nacional, 21 horas, $250.

El dub, a todo

Noche histórica para los amantes del reggae y dub, cuando en un solo lugar pongan a rebotar, con sus mezclas de sonido espacial único, el legendario productor jamaicano Lee Scratch Perry (a quien se le adjudica, al lado de King Tubby, la creación del citado dub), y su discípulo, el también productor de culto Mad Professor (Neil Fraser), naturalizado inglés, nacido en Guyana.

Perry, basamento fonográfico de mucho del sonido originario del reggae, quien produjo entre otros, los primeros trabajos de Bob Marley y los Wailers, dotándolos de una dirección rítmica particular, es un icono de la locura y la audacia surrealista, en cuanto a ecos, reverberaciones, mezclas insanas y demás creatividades. Influyente a mares, fue el primero en grabar el ritmo bajeado del reggae llamado riddim (People funny boy), y a lo largo de su vida (nacido en 1936) ha producido a numerosos artistas de reggae, así como a notables del rock como The Clash, o de la electrónica como Dieter Meier (Yello), además de ser ídolo de los Beastie Boys, y de haber sido homenajeado recientemente por el padre del funk George Clinton, así como por DJ Spooky y TV on the Radio, entre otros. Sin duda, toda una figura, en segunda visita a México.

Mad Professor dará cátedra como otro de los actuales estandartes del dub, por cuyas manos y consolas también han pasado cuantiosos artistas del género (Macka B, Pato Banton, Sandra Cross…), así como de rock y electrónica en los años 90 como Perry Farrell, Depeche Mode, Jamiroquai, Rancid, The Orb, los mismos Beastie y por supuesto Massive Attack, con No Protection (1995), uno de sus trabajos más laureados. Todo ello sin contar con abundantes compilaciones y remezclas, en los que la pachequez reina.

Lee Perry y Mad Professor se presentan hoy en José Cuervo Salón (Andrómaco y Moliere). 21 horas, $330 y $440. Más recomendaciones en www.patipenaloza.blogspot.com

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