Políticamente incorrecto, amargo, irónico, incómodo para los sectores más conservadores de su país, el escritor estadunidense Philip Roth obtuvo ayer el premio Príncipe de Asturias de las Letras 2012.

De acuerdo con el acta del jurado, se reconoció una obra narrativa que forma parte de la gran novelística estadounidense, en la tradición de Dos Passos, Scott Fitzgerald, Hemingway, Faulkner, Bellow o Malamud, conformada por personajes, hechos y tramas con una compleja visión de la realidad contemporánea que se debaten entre la razón y los sentimientos, como el signo de los tiempos y el desasosiego del presente.

El autor de La mancha humana (2000), concluyó el jurado reunido en Oviedo, posee una calidad literaria que se muestra en una escritura fluida e incisiva.

Al enterarse de la noticia, Roth, de 79 años, distribuyó desde Nueva York un comunicado a la prensa en el que dijo sentirse encantado y emocionado de recibir el galardón, pero también señaló que era particularmente doloroso haber sido elegido tan solo unas semanas después de la muerte de Carlos Fuentes, su querido amigo, generoso colega y, por supuesto, uno de los más grandes novelistas en español de nuestra era. Quisiera que estuviese vivo para poder oír su voz melodiosa al otro lado del teléfono ofreciéndome sus felicitaciones a su elegante manera.

La candidatura del escritor estadunidense fue propuesta por Michael Göring, presidente del Consejo de la Fundación ZEIT-Ebelin y Gerd Bucerius, de Alemania; superó por mayoría en la última votación a la del japonés Haruki Murakami.

Contra el establishment

La decisión del jurado español fue aplaudida por especialistas y críticos literarios, quienes hicieron notar el buen tino que ha tenido ese cuerpo colegiado en sus recientes decisiones porque, aseguran, ninguna otra institución seria, con reconocimiento universal, hubiese premiado a autores tan notables como Bob Dylan y Leonard Cohen, cuyo gigantesco prestigio ningún jurado se había atrevido a reconocer.

En el caso de Roth, se trata de un personaje molesto para el establishment por sus duras y certeras críticas hacia la corrupción y otras políticas de Estados Unidos. Poseedor de un espíritu demoniaco, como lo considera The New York Times, desde hace muchos años está en las listas de merecedores del Premio Nobel de Literatura.

No obstante, el escozor que causa incluye sectores literarios, capillas, grupos sociales y fuerzas vivas a quienes su personalidad, su estilo sin tapujos y los temas que trata (la falsa moralidad de la sociedad estadunidense, la familia judía como criadero de neuróticos, la búsqueda de la felicidad mediante la satisfacción sexual, la enfermedad, la decadencia, la muerte), realmente los incomodan.

Docente en varias universidades

Philip Roth es originario de Newark, Nueva Jersey, y nació el 19 de marzo de 1933 en el seno de una familia de emigrantes judíos de Ucrania. Estudió en la Universidad de Chicago un máster en literatura inglesa y ejerció de profesor de escritura creativa y literatura comparada en diversas universidades. Se retiró de la docencia en 1992.

Su primer tomo de relatos Adiós, Colón fue galardonado en 1960 con el National Book Award, en Estados Unidos. En 1969 alcanzó fama mundial con El lamento de Portnov, libro sobre la confesión de un intelectual judío, obsesionado con el sexo, en el diván de su sicoanalista. La prensa resaltó desde entonces su capacidad para transformar una amargura inagotable en arte perdurable.

En su novela El animal moribundo (2001) vuelve a aparecer Kepesh, el del relato satírico El pecho (1972), un envejecido profesor obsesionado con una estudiante de la edad de su nieta.

Roth es el único escritor vivo cuya obra está siendo editada en su totalidad por The Library of America. Tiene ya los principales premios literarios de Estados Unidos: el National Book Critics Circle, el Faulkner y el National Book, así como el Pulitzer (1998).

Otras de las obras más destacas de Roth son La gran novela americana (1973), El oficio: un escritor, sus colegas y sus obras (2003), La conjura contra América (2005), Everyman (2006), The Humbling (2009) y Némesis (2010).

El jurado del Premio Príncipe de Asturias de las Letras estuvo integrado por periodistas, escritores y funcionarios públicos dedicados a la cultura en España. En esta edición se recibieron un total de 24 candidaturas procedentes de Australia, Brasil, Canadá, Colombia, Cuba, China, Estados Unidos, Francia, Guatemala, Holanda, Irlanda, Japón, Macedonia, Portugal, Rumania, Senegal, Sudáfrica, Turquía y España.

Este ha sido el quinto de los ocho premios Príncipe de Asturias que se conceden este año, en que cumplen su trigesimasegunda edición. Antes se otorgaron el Príncipe de Asturias de las Artes al arquitecto español Rafael Moneo, el de Ciencias Sociales a la filósofa estadunidense Martha C. Nussbaum, el de Comunicación y Humanidades al diseñador de videojuegos japonés Shigeru Miyamoto y el de Investigación Científica y Técnica al biólogo británico sir Gregrory Winter y al patólogo estadunidense Richard A. Lerner.

Cada galardón está dotado con 50 mil euros (unos 65 mil dólares) y una escultura creada por Joan Miró. Los premios serán entregados en otoño por el príncipe Felipe de España en una ceremonia en el Teatro Campoamor de Oviedo.

Con información de Afp, Dpa y Reuters