Al concluir la cátedra Religión, sociedad y Estado laico, Miguel Concha, director del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria, señaló que tras 11 sesiones se confirma que el lugar de la Iglesia no es al lado del poder político, sino en medio de la sociedad, y su tarea es construir dentro de ésta, ciudadanía.

En entrevista, el sacerdote dominico precisó que la misión de la Iglesia está entre la gente, pero sobre todo su compromiso debe ser con los pobres y los pueblos y comunidades indígenas.

Al respecto, el sacerdote Jesús García González, quien acompañó más de medio siglo al obispo emérito Samuel Ruiz (fallecido el 24 de enero de 2011), precisó que la tarea de la Iglesia católica debe ser apoyar los esfuerzos de transformación hacia una sociedad más justa, transparente, pluralista y de oportunidades.

En la última sesión de la referida cátedra, en la cual presentó su libro Escrutando los tiempos y los acontecimientos, cuyo prólogo fue escrito por el obispo de Saltillo, Raúl Vera, García González resaltó también la importancia de la opción por los pobres y la vigencia de la teología de la liberación.

Al respecto comentó que pese a que esta forma de ejercer el ministerio no es lo que prevalece cuantitativamente entre el clero católico, tiene gran influencia es sectores que buscan transformaciones cualitativas de la sociedad, y destacó que en México más de un centenar de religiosos conforman la Red Sacerdotal de Opción por los Pobres, instancia que cuenta con influencia en diversas regiones.

Lamentó que actualmente muchos sacerdotes jóvenes, en lugar de inclinarse hacia esta forma de ministerio, lo hagan aparentemente hacia cuestiones espiritualistas, pero en realidad son cómplices por dejar hacer a las situaciones injustas. Pese a esto aseguró que la teología de la liberación no está desapareciendo. Siempre en la Iglesia el sector profético ha sido minoría. Sólo hemos tratado de evitar la polémica; nuestro trabajo está dando sus frutos en las comunidades eclesiales de base, que son efectivas en México y en América Latina en general.

En torno a los Vatileaks, García sostuvo que los grandes escándalos siempre se han dado en las cúpulas. No las juzgamos, simplemente quedamos al margen de sus polémicas; estamos concentrados en el trabajo de apoyo a las causas sociales y al respeto a los derechos humanos, lo que estamos haciendo es no hablar tanto de teología de la liberación, sino aplicarla en concreto en la vida cotidiana. Evitamos la polémica y subrayamos el trabajo de apoyo y organización popular. Somos ajenos a estos escándalos cupulares, remarcó.

García, quien también es autor del libro Mi caminar al lado del Caminante, donde narra sus experiencias al lado de el obispo Samuel Ruiz, destacó que en su nueva obra, realizada con motivo del 20 aniversario de la muerte del obispo Sergio Méndez Arceo, presenta la forma en que ha evolucionado un sector de la Iglesia, de la percepción de los problemas sociales y la importancia de estar al lado de los pobres y de las transformaciones sociales. También dijo que el libro resalta los aportes de Méndez Arceo y don Samuel Ruiz, grandes figuras pioneras, visionarios que no repetían lo que Roma pedía, sino lo que ellos creían frente a una realidad tan distinta en América Latina.